Frío y sin empatía. Así describen los forenses al menor de 16 años, de iniciales D. A. A., que violó y asesinó brutalmente a golpes con una piedra de cinco kilos, a la joven tabaresa Leticia Rosino Andrés en Castrogonzalo el 3 de mayo, una descripción que se encaja con la de un psicópata y que los médicos detallarán en el proceso que celebra hoy el Juzgado de Menores desde las 10.00 horas a puerta cerrada, como establece la Ley del Menor. Norma que decenas de personas reivindicarán frente a la sede judicial su reforma, para endurecer el castigo en casos como este, que se saldará con 8 años de internamiento y 5 de libertad vigilada, el máximo.

Los padres, el hermano y el novio de Leticia, junto a la Plataforma 18-M Zamora han recogido unas 5.000 firmas para que se revise la Ley del Menor en ese sentido y volverán a exigirlo en esta dura jornada que les espera, en la que tendrán que ver de nuevo al verdugo de la joven, ya que están llamados a declarar por su abogado como testigos.

La familia estará arropada por amigos y conocidos de Leticia, que impulsaron la noche del lunes una manifestación por las redes sociales, lo que ha obligado a la Policía Municipal a prever la regulación del tráfico en la calle de Regimiento de Toledo, en las inmediaciones del edificio en el que se ubica el Juzgado de Menores en un pequeño piso alquilado por el Ministerio de Justicia.

Está previsto que el menor, hijo del vecino de Castrogonzalo apodado "El Pastor" y "El Fostrón", llegue de mañana a Zamora desde el centro de Zambrana (Valladolid), en el que está recluido desde el 5 de mayo, para ser trasladado al número 37 de Regimiento de Toledo minutos antes de la vista oral, conducido desde la Comisaría de Policía hasta el Juzgado, para lo que posiblemente se acordone una zona para impedir que los manifestantes puedan aproximarse a la puerta del edificio y facilitar el acceso del acusado del crimen, fiscal de Menores, abogados y testigos sin dificultad.

Dos horas

La vista oral se prolongará como máximo durante dos horas, puesto que las circunstancias del asesinato están claramente reflejadas en el informe forense. Los expertos concluyen que móvil de la agresión brutal fue meramente sexual: la violación que el adolescente perpetró tras dejar semi inconsciente a Leticia al arrojarle una primera piedra que provocó su caída al suelo en el paseo junto al río Esla y arrastrarla hasta la parte trasera de la fábrica láctea para no ser visto. Allí, el menor, alto y complexión fuerte, le agarró fuertemente por cuello hasta dejarla casi sin conocimiento, le desnudó de cintura para abajo, le arrancó los leggins y la ropa interior, y la penetró vaginal y analmente, como demuestran los restos de semen hallados en la autopsia. Después, cogió la piedra de grandes dimensiones y la golpeó con saña hasta matarla.

Finalmente, ideó deshacerse del cuerpo, que arrojó al barranco, tiró el móvil y la mochila de la víctima al río y regresó con el rebaño de ovejas que cuidaba cuando Leticia apareció en la zona hacia las 17.00 horas para dar su paseo diario. Los datos de la autopsia desvelan que la joven sufrió antes de morir por el brutal ataque del menor y que luchó contra el adolescente, que le causó gravísimas heridas en la parte frontolateral derecha y en la izquierda, zona esta última en la que le causó una gran hendidura.

La Fiscalía de Menores y la acusación particular, que representa a la familia y exigen una indemnización de 229.646 euros para los padres de Leticia, para el hermano y para su novio por el irreparable daño sufrido, una cantidad que deberá afrontar el padre del asesino confeso, puesto que se trata de un menor de edad.