Por más kilómetros que les separen, Zamora sigue estando muy cercano. Ya sea por la familia, los amigos o los recuerdos, los zamoranos que viven fuera de la provincia sienten muy cerca su tierra. Con esta premisa nace la iniciativa Exiliados Zamoranos, que pretende ser un "toque de atención" hacia el aumento de esa población que se está dejando escapar lejos.

"Se trata de un proyecto artístico y social que busca concienciar a la sociedad acerca del problema del empobrecimiento, despoblación y envejecimiento de nuestra tierra, desde un enfoque positivo y emocional, acercando las historias de aquellos que tuvieron que irse y, tal vez, deseen volver algún día", apuntan los promotores de esta iniciativa.

El proyecto suma las propuestas de Abel García, miembros de Argonautas Creativos, Lucía Mayado, de Mayado Design, y Señor K. "Es necesario fomentar un sentimiento de unión y colaboración entre los ciudadanos para afrontar los desafíos de este problema", explican sobre la razón última de esta iniciativa artística.

Los primeros pasos ya están en marcha, pero necesitan la inestimable colaboración de los protagonistas de las historias, aquellos emigrantes que -ya estén en Valladolid o en Sidney- deseen contar las razones de su partida, las experiencias y sus sentimientos hacia Zamora. También están abiertos a la colaboración de organismos e instituciones, públicas o privadas, que quieran colaborar con la iniciativa.

Todos los interesados pueden descubrir los entresijos de la original idea en la web creada para ello (www.exiliadoszamoranos.es) y ponerse también en contacto con los promotores de la idea a través de la dirección de correo electrónico hola@exiliadoszamoranos.es, adjuntando su historia junto a una fotografía. Para ello, tienen de plazo hasta el próximo 2 de diciembre.

"Queremos que nos cuenten su historia, por qué se fueron de Zamora, a dónde, cuánto tiempo llevan allí, si visitan la ciudad de vez en cuando, si echan algo de menos, si querrían volver y sus razones", resumen. "Todo es libre, lo único que pedimos es que dejen bien claro su nombre, edad, años fuera de Zamora y lugar de residencia. Con una explicación de tres cuartos de folio es perfecto", añaden.

De hecho, en la propia web ya están colgadas tres historias como ejemplo, de tres chicas: Laura Pérez y Laura Fernández, ambas viviendo en Madrid; y Rocío Peralta, que desde hace ocho años vive en Asturias.

Con todas estas historias, los creativos elaborarán de cara a las próximas navidades una instalación en un lugar destacado de la capital, todavía por determinar, donde colocarán los retratos de los participantes con sus historias en piezas de grandes dimensiones. "Nos gustaría que quedara como algo similar a un bosque sonoro, introduciendo elementos como cascabeles que llamaran la atención del público por la calle para acercarse a ver la instalación y leer la historia de cada uno de los protagonistas", detallan. La instalación podría ser muy llamativa, puesto que tienen como objetivo el llegar a contactar con cerca de 200 zamoranos.

La idea va más allá de una muestra eventual, que tan solo se mantenga durante las vacaciones navideñas. El planteamiento de los impulsores es que toda esa cartelería se pudiera mantener en formato de exposición permanente en algún espacio de la ciudad.

Y como la participación es totalmente voluntaria, se facilitará en todo momento la eliminación de alguna de las historias que integran la muestra, si alguno de los protagonistas no desea seguir presentes, según puntualizan los organizadores. "El envío que nos hacen es un regalo, así que no les pediremos explicaciones si quieren que eliminemos su historia", razonan.

Además, esta exposición permanente se convertiría en algo "vivo", puesto que aquellos zamoranos que regresaran a su tierra tendrían la posibilidad de acercarse a la muestra para colocar una pegatina en su historia con algún lema como "He regresado" o "He vuelto y me quedo", con lo que se enriquecería aún más la idea original.

De momento, muchos de los que regresen por navidad a Zamora tendrán la oportunidad de compartir su experiencia en primera persona y ver su reflejo en esta instalación. Y con ellos, cientos de zamoranos, que podrán comprobar de una manera más palpable las razones, anhelos y vivencias de los que se han ido.