"Necesitamos que el talento que aquí nace se mantenga en Zamora, generando iniciativas que contrarresten la tendencia de la despoblación". Este es uno de los objetivos que el rector Ricardo Rivero se marca para la Universidad de Salamanca en los próximos años. Un objetivo para el que solicita la ayuda de las instituciones zamoranas y de la Junta de Castilla y León. "En ello vamos a trabajar por Zamora, para que vengan más jóvenes y, sobre todo, para que se queden", subrayó el rector de la USAL durante su discurso de apertura del Foro VIII Centenario de la Universidad de Salamanca, que se celebró ayer en Zamora, con una doble sede, en el Teatro Ramos Carrión y en el Campus Viriato.

Se trató de la primera salida que los miembros de la Universidad de Salamanca realizan fuera de la capital charra para conmemorar este longevo aniversario. Entre otras razones, porque precisamente fue un zamorano, el rey Alfonso IX, quien puso en marcha esta institución académica, hace ya 800 años. "El cumplir nada menos que ocho siglos se lo debemos a un rey inteligente, que le habría, sin duda, agradado saber que la universidad que él creó que ha extendido hasta su tierra", apuntó Rivero.

Pasó entonces el rector a enumerar las personalidades zamoranas que habían pasado por la universidad, dejando huella no solo en esta institución, sino también en la política, la cultura y la sociedad. Comenzó por el que denominó como "el gran alfabetizador de España", Claudio Moyano, quien propuso iniciativas tan loables como la unidad de los libros de texto, la gratuidad de la primera enseñanza o la obligatoriedad de la enseñanza elemental desde los seis hasta los once años. "Sin educación y cultura, la democracia se ve amenazada", señaló.

En el discurso de Rivero también hubo espacio para otros nombres como Claudio Rodríguez, Agustín García Calvo, Carmen Calvo o Benjamín González Alonso, pasando después por autores más actuales como Juan Manuel de Prada, Luis García Jambrina o Sergio Martín. "Es esta una tierra de grandes nombres de hombres y mujeres", reconoció. "Aquí se respira aún el aroma del tiempo y no se sufren los males de la sociedad del cansancio, lejos de la calidad y calidez que el ser humano necesita", destacó.

En el posterior acto, celebrado en el Campus Viriato, los directores de las cuatro escuelas describieron la actualidad de la universidad en Zamora, cada uno desde su puesto. Así, mientras Raquel Guzmán, directora de la Escuela de Relaciones Laborales, destacaba el medio siglo que se lleva luchando al servicio de Zamora y aseguraba que, "aunque no estemos en el campus, nos consideramos Universidad de Salamanca", su compañera de la Escuela de Enfermería, María José Fermoso, indicaba su clara apuesta por la investigación en las aulas. "Aquí se han formado profesionales en ciencia e investigación, pero también personas que han participado en programas de cooperación o en asesoramiento; todos ellos con un prestigio bien labrado", alabó.

Desde la Escuela Superior Politécnica, la directora Yolanda Gutiérrez afirmó que sus estudiantes "se convierten en profesionales con gran relevancia tanto nacional como internacional, trabajando en empresas punteras o convirtiéndose en destacados emprendedores". Y todo ello gracias a la calidad "de los profesores, altamente cualificados". La misma característica con la que salen los estudiantes de la Escuela de Magisterio