El último informe anual que desglosa el reparto de los Fondos de Compensación Interterritorial revela que, definitivamente, el sistema no es el correcto. Al menos, no lo es según su definición. La provincia de Zamora recibió en el año 2016 la cifra más baja por este concepto de toda la década y en el cómputo general desde 2003 se encuentra en el vagón de cola en cuanto a dinero recibido, solo superada por Soria. El dinero estatal que llega a Castilla y León para paliar las desigualdades se queda, paradójicamente, en las provincias más desarrolladas como son León, Burgos, Valladolid y Salamanca; por el contrario, a las dos ya citadas en las últimas posiciones hay que añadir a la provincia de Ávila para conformar el coche escoba de este instrumento de financiación. El objetivo para el que este fondo se creó no cumple sus objetivos.

El Consejo de Cuentas de Castilla y León ha publicado esta semana el reparto de los Fondos de Compensación Interterritorial correspondientes al año 2016, el último del que hay datos. Un documento que muestra que la provincia de Zamora recibió 2,2 millones de euros. De ese dinero, casi dos millones de euros llegaron desde el fondo complementario para infraestructuras sanitarias y otros 122.000 euros se distribuyeron en las infraestructuras para la educación. La cifra recibida durante ese ejercicio está muy lejos de lo que Zamora percibía a principios de este nuevo siglo, cuando se llegaron a invertir hasta nueve millones de euros. Y hay que remontarse hasta el año 2010 para encontrar una cifra más baja, que apenas superaba los dos millones de euros.

El instrumento de financiación que aboga por el principio de solidaridad para paliar las desigualdades entre territorios se diluye en Zamora. Y es que si Castilla y León es región desfavorecida dentro de España, Zamora es territorio desfavorecido dentro de Castilla y León. Pero los fondos no entienden de esto y por eso se dan situaciones como las que arroja el histórico de fondos recibidos por provincias desde el año 2003. En esta serie, Zamora es la segunda provincia que menos dinero ha recibido en el periodo, con 66 millones de los 758 repartidos en toda Castilla y León. Solo Soria, con 16 millones, ha recibido menos.

Esa misma estadística, en el otro lado del papel, arroja los resultados que contrarian. Y es que si Burgos, León, Valladolid y Salamanca están ciertamente considerados como los motores de la región, también son los territorios que más dinero reciben para combatir las desigualdades. Así, Burgos se ha llevado desde 2003 un total de 132 millones (más del doble que Zamora) del total de lo repartido, lo que significa un 17% del pastel. León, por su parte, alcanza los 111 millones y un 14% de la cuota; Salamanca, 92 millones y un 12%; y Valladolid, 85 millones y el 11% del total de 758 millones repartidos en el conjunto de la región.

Los datos del Consejo de Cuentas de Castilla y León ponen de manifiesto que las hermanas ricas se comen el pastel de las hermanas pobres; un pastel que Castilla y León recibe, precisamente, por la delicada situación de las provincias con más desequilibrios, pero que nunca llegan en suficiente cantidad para poder si quiera revertir esta situación. Solo en el año 2016, el último del que existen datos, la comunidad autónoma debía repartir 19 millones de euros y siete de ellos fueron íntegramente a la provincia de Salamanca, mientras que casi tres millones se quedaron en León.

La provincia de Zamora, además, viene acusando durante los últimos años un descenso significativo del dinero en materia de inversiones recibido desde el Fondo de Compensación Interterritorial. Este último curso percibió 2,2 millones de euros, una cifra muy alejada a la del año 2003, cuando la cifra superaba los ocho millones de euros. El mayor pico de dinero recibido llegó en el año 2004, con nueve millones de euros, y a partir de ahí fue bajando paulatinamente hasta llegar a la situación actual. Históricamente, Zamora apenas ha recibido un 8,7% del total de las inversiones con cargo a este Fondo de Compensación en el conjunto de Castilla y León.

El reparto, por lo tanto, lejos de cubrir las desigualdades en el territorio de esta comunidad autónoma, continúa abriendo brecha, dado que son las provincias más desarrolladas quienes se llevan una mayor cantidad de dinero en detrimento de las que mantienen mayores desequilibrios. Una situación que no deja de repetirse año tras año y que coloca a Zamora en el vagón de cola en las estadísticas de este fondo de compensación.