La zamorana Rocío Taboada Taboada trabaja actualmente como enfermera en el centro de salud de Puebla de Sanabria y está doctorando en la Universidad de Salamanca en el programa de doctorado de Biociencias: biología y clínica del cáncer y medicina translacional en la línea de investigación de Análisis clínicos de tumores sólidos y cáncer.

Graduada en Enfermería en el año 2016 por la USAL, estudió en la Escuela Universitaria de Enfermería de Zamora y después hizo un máster en Tratamiento de soporte y cuidados paliativos en el enfermo oncológico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca.

Rocío Taboada participará mañana en el foro que se celebrará en el Teatro Ramos Carrión de Zamora, que está enmarcado dentro de la jornada que tendrá lugar para conmemorar el VIII Centenario de la USAL. El foro está organizado por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA y patrocinado por la Diputación Provincial y la Junta de Castilla y León a través de FUESCYL.

La joven hablará en la mesa redonda que tendrá lugar en el Teatro Ramos Carrión sobre su experiencia como alumna de la Universidad de Salamanca y pondrá de relieve, sobre todo, "la calidad de los estudios".

-¿Cuál ha sido su experiencia como alumna de la Universidad de Salamanca?

-Como alumna en la Escuela Universitaria de Enfermería de Zamora me he sentido como si fuera mi gran familia. He estado muy bien, éramos pocas personas en clase y la verdad es que no notas un cambio del instituto a la Universidad. Para mí ha sido como una pequeña familia. Con respecto a la formación, me siento muy orgullosa de haber estudiado en la Escuela de Enfermería de Zamora porque siempre parece que Zamora es pequeña y que no hay nada, pero te das cuenta de que estudiantes de otras provincias vienen muchísimo a Zamora, primero, porque es Universidad de Salamanca y segundo, porque la formación es muy buena. He estudiado con compañeros de otras provincias e incluso de Canarias, que vienen a Zamora porque saben que en la Escuela de Enfermería hay buena formación.

-Después de hacer el Grado en Enfermería, cursó un máster en Salamanca, ¿cuál fue su experiencia?

-Hice el máster en Tratamiento de soporte y cuidados paliativos en el enfermo oncológico de la Universidad de Salamanca porque durante la carrera nos daba clases de oncología y cuidados paliativos una persona que lo había realizado. Me empecé a interesar por este tema porque cuando vas a trabajar a Atención Primaria, te encuentras con que te falta formación en este sentido, aunque puedo decir que he tenido formación sobre este tema desde la carrera, mientras que personas con las que he hecho el máster no habían tenido antes esa formación destinada a oncología y a cuidados paliativos. Me encontré en el máster con que había cosas que para mí eran muy evidentes porque en la Escuela de Zamora me lo habían inculcado desde la carrera, mientras que en otros sitios no es muy común darlo. Para mí el máster ha sido una continuación porque estamos trabajando en la misma línea desde los estudios de Grado.

-¿Qué destacaría del máster?

-La gente viene buscando a Salamanca este máster porque es el único oficial de oncología y paliativos en una universidad pública de España. He tenido compañeros incluso de Latinoamérica que han venido a cursar el máster porque se han enterado de que tiene muy buena calidad. Estoy muy contenta con la formación que he tenido en la Facultad de Medicina de la USAL, que es donde se realiza. Me he encontrado un profesorado muy cercano y muy bien formado. Además, no en todos los sitios se tiene el Centro de Investigación del Cáncer al lado para que gente que está investigando todos los días te venga a dar clase. En Zamora ocurre lo mismo, gente que está trabajando día a día y los profesionales más destacados del Sacyl en sus diferentes especialidades son los que nos dan clases a los alumnos.

-¿Todos esos conocimientos que ha adquirido en la Universidad de Salamanca a través de estos títulos le han servido posteriormente en el mundo laboral?

-Sí, me ha servido muchísimo porque desde el primer momento en el Grado en Enfermería das teoría y haces prácticas, por lo que siempre estás en contacto con el paciente. En esta carrera vas teniendo unas bases teóricas y las vas afianzando con prácticas. Otro aspecto importante que destacaría de la Escuela de Enfermería de Zamora es que hace rotatorios por residencias públicas de personas mayores. Hay alumnos, como fue mi caso, que van a hacer prácticas en estas residencias. He comprobado que desarrollar tu labor en una residencia es factible porque he trabajado en una y había compañeras que se sorprendían de cómo me manejaba porque ellas cuando estudiaron no iban a hacer prácticas a residencias ni se hacen este tipo de prácticas en otras universidades.

-¿Vivió el traslado como alumna de Enfermería a la nueva escuela en el Campus Viriato?

-Pertenezco a la última promoción que estudió en la escuela antigua. El siguiente año empezó ya en la escuela nueva, pero mi día a día como alumna fue en la escuela antigua. A pesar de ser un sitio con unas instalaciones que igual no eran lo más bonitas ni las mejores del mundo, eso no ha influido en la calidad de la enseñanza ni de los aparatos que teníamos porque los maniquís de simulación y los aparatos que usábamos eran todos último modelo.

-¿Qué le parecen las nuevas instalaciones de la Escuela de Enfermería de Zamora?

-Cuando ví la escuela nueva, me pareció un sitio muy adaptado a profesionales sanitarios, con mucha luz, muy amplio y muy adaptado a nuestras necesidades por las prácticas que hacemos y por la forma en la que se desarrollan las clases. En la antigua escuela solo había dos aulas y si queríamos hacer prácticas, nos teníamos que trasladar a algún sitio. Creo que la escuela nueva está muy bien.

-¿Animaría a otros estudiantes a formarse en la Escuela Universitaria de Enfermería?

-Por supuesto que sí. Estoy orgullosísima de mi formación en Zamora, de haber estudiado en mi tierra cuando he tenido oportunidades de irme a otros lugares y de tener un sitio con una calidad como la de la Universidad de Salamanca. Animo a todo el mundo a estudiar en la USAL porque yo he ido a Madrid a hospitales a llevar currículum y me han preguntado de qué universidad era y al decir de Salamanca, me han cogido el currículum.

-Ha notado entonces que la Universidad de Salamanca tiene prestigio...

-Sí, de hecho para hacer el máster y el doctorado tenía la oportunidad de estudiar en otras universidades, pero quería que mis tres títulos fueran de la Universidad de Salamanca. Ir con un título de la Universidad de Salamanca ya es una garantía de que los estudios han sido buenos. Haber estudiado en una universidad de prestigio ya te abre muchísimas puertas. La calidad es buena, por eso tiene ese prestigio.

-¿Cómo vive como alumna de la USAL este VIII Centenario? ¿Es un año especial también para los estudiantes y exalumnos?

-Claro que es especial. Puedo decir que he estudiado en una universidad donde han estudiado personalidades tan importantes como Fray Luis de León y de donde han salido grandes talentos. Me alegra que la universidad en la que he estudiado sea una universidad con tanta trayectoria y que pueda seguir formando a grandes profesionales como lo está haciendo.

-¿Por qué ha querido seguir formándose en oncología y cuidados paliativos?

-Porque el cáncer es una enfermedad de la que cada vez hay más casos y aunque hay tratamientos que en muchos casos lo curan, hay personas a las que los tratamientos no les funcionan. Ante eso, lo que nos queda son los cuidados paliativos para que su calidad de vida en el tiempo que le quede sea lo mejor posible. En esto creo que hace falta personal que se forme porque es algo muy específico.