Recién aterrizada en Buenos Aires, su nuevo hogar como corresponsal del periódico El Mundo, la zamorana Cristina García Casado está dando forma al que será su primer libro, un trabajo inspirado en los años que pasó como corresponsal de la agencia Efe en Washington, con el título "Seis horas menos en América".

A dar forma a este proyecto le ha ayudado su participación en el taller para libros periodísticos que se convocó desde la Fundación Nuevo Periodismo García Márquez. "Yo estaba armando mi libro y me presenté a esta actividad con una biografía narrada, que era lo que te pedían para acceder", resume la zamorana.

Al jurado le impresionó satisfactoriamente la sencilla historia de una niña que se crió con su abuela en la localidad de San Cebrián de Castro. "La escuela en la que aprendí a leer es ahora un tanatorio, quizá una metáfora de la España vacía de la que vengo. Allí había pocos niños y mi abuela me llevaba todas las tardes a la novena, leía todo lo que caía en mis manos, desde los botes de los champús hasta las revistas religiosas que había por su casa", recuerda. "Sin esa infancia y los largos veranos en Castilla, seguramente no sería ahora periodista, sino médico o ingeniera agrónoma, como querían mis padres. Ese pasado me hizo inquieta y curiosa, porque tenía que entretenerme con cualquier cosa", añade.

Fue esta biografía la que le dio entrada al taller periodístico celebrado en Buenos Aires y Cristina García Casado se unió a los otros siete elegidos, de un total de 58 candidaturas. La zamorana compartió sus experiencias e ideas para el libro con profesionales argentinos, colombianos, una peruana y una puertorriqueña y Martín Caparrós como guía de esta iniciativa.

El resto de integrantes, muchos de ellos ya con publicaciones en el mercado, ofrecieron temas en sus libros "muy potentes", según García Casado, como el huracán María en Puerto Rico, las el mundo de las sectas, el problema del maltrato o el postconflicto en Colombia.

La periodista se quiere desmarcar de los habituales libros sobre la vida en otros países escritos por corresponsales. "Tiene un punto de vista más joven, de una corresponsal de ahora, pero también es el relato de una generación que se fue en plena crisis en España y que todavía no ha vuelto. Quiero dejar constancia del peaje emocional que hemos pagado", resume. Y todo ello con su toque e ironía personales. "Mis compañeros me dijeron que tenía un estilo muy almodovariano", sonríe.

La sanidad, las relaciones afectivas, el problema de las armas o la educación estarán presentes en su trabajo. "Estados Unidos es un país muy contradictorio y, por ello, fascinante", reconoce García Casado, quien también dedica uno de los capítulos del libro a la política, puesto que tiene una larga experiencia debido a su trabajo en Washington, donde ha vivido tanto la época de Barack Obama hasta la subida al poder de Donald Trump. "Realmente, si quieres conocer el país, hay que estar en la época de elecciones, yo ahí fue donde descubrí realmente cómo era Norteamérica, más allá de Washington", asegura.

También ha sitio en sus páginas para hablar sobre cómo se vive en América. "Pensamos que tenemos muchas cosas en común con los estadounidenses y no es así. No nos parecemos ni en el tema sanitario, ni en el de la seguridad o la educación. Ni siquiera en el de poder caminar tranquilamente por la calle", pone como ejemplos. "Hay que desmitificar la vida en Estados Unidos, es cierto que se vive muy cómodamente si tienes un buen sueldo, pero también con cosas innecesarias. A veces te metes en esa vorágine y es difícil salir. Cuando volvía a España, era cuando me daba un baño de realidad", asegura. Y más siendo natural de una ciudad pequeña como Zamora.

Finalmente, el trabajo se dividirá en diez capítulos temáticos, que se rematarán con un pequeño relato relacionado con el aspecto que se trata, pero contado por alguna de las personas que ha conocido durante su estancia allí. "Creo que eso hará que la publicación tenga una visión más amplia, hablando con hispanoamericanos y españoles", especifica.

Valora que su paso por este taller de la mano de Martín Caparrós le ha servido para "limar" ideas y perfilar el estilo de su libro, dejando quizá un poco la primera persona para contar sus experiencias a través de otras miradas. "Ahora creo que mi libro puede gustar a la gente, me dio muy buenas ideas y me aportó el último empujón para cambiar de aires y venir a Argentina a comenzar esta nueva etapa profesional", agradece.