"El alma de Antonio Pedrero ha sabido transformar nuestras miradas. Dicen que cuando miramos el skyline de Zamora, miramos un Pedrero y eso únicamente se consigue cuando el alma contagia porque no engaña". Así de taxativa se mostró ayer la pintora y pupila de creador, Ana Zaragozá en la presentación pública de la candidatura del artista Antonio Pedrero Yéboles al Premio de las Artes de Castilla y León 2018, auspiciada por un grupo de personas de la Cultura que impulsa la recogida de firmas de adhesión a través de la plataforma change.org y de forma presencial, en próximas fechas, en una de las casetas ubicada en la calle de Santa Clara. Ayer mismo, el Partido Popular anunció que presentará una moción de apoyo a esta iniciativa en el Ayuntamiento.

Antonio Pedrero Yéboles, de 79 años, es autor de obras tan emblemáticas como "La Golondrina", donde retrató, entre otros personajes, al poeta Claudio Rodríguez o al escultor Ramón Abrantes; de la escultura del Merlú o del paso del Nazareno que desfila en la cofradía de Jesús Nazareno sin olvidar sus aportaciones a la Cofradía de Jesús del Vía Crucis. El artista cuenta con obra en colecciones particulares de diversos países del mundo, además de figurar una obra de "La Verónica" en los Museos Vaticanos y pertenecer otra de sus obras al Museo Reina Sofía.

"Es incomprensible e inadmisible que este galardón no esté todavía en sus manos dada su intensa y extraordinaria trayectoria", sintetizó el barítono Luis Santana, mientras que la escritora y crítica de arte, Concha Pelayo apuntó que "su obra nos emociona porque nos retrotrae a nuestra esencia".

La pintura de Antonio Pedrero parte del diálogo con "nuestras raíces". "Todo en su pintura nos define a los zamoranos y a los castellanos porque su pintura lleva el alma de Castilla La Vieja" y "todo castellano lleva un Pedrero en su retina y en su alma, aunque todavía no lo sepa" ahondó Zaragozá que testimonió que Pedrero, su primer maestro, le enseñó "a mirar".

Por su parte, el historiador Florián Ferrero, apuntó que "Antonio es lo suficientemente importante para que en la ciudad le conozcamos solo por su nombre propio". El archivero también puso énfasis en que Pedrero ha cubierto la vida ciudadana a través de sus obras, desde los dibujos "donde aportó una visión nueva de la Semana Santa", o a través de sus murales, como el de la Biblioteca o la Subdelegación centrados en las leyendas y la historia local respectivamente, sin olvidar sus óleos donde