Vicente Conchero, de 50 años, lleva desde los 12 en la calle, hasta que el año pasado un educador de calle de Cáritas Zamora se cruzó en su camino. "Me ha caído un ángel del cielo", comentaba en 2017. La organización diocesana le abrió las puertas de su centro de acogida Madre Bonifacia y hoy, con motivo de la presentación de la campaña de las personas sin hogar que se celebra el próximo 25 de noviembre, ha vuelto a contar su testimonio.

Como él mismo reconoce, era una de las 653 personas que pasaron por el centro solo durante el año pasado en situación más crítica. "La enfermedad me estaba llevando a malas cosas y en varias ocasiones quise quitarme la vida, no veía el mundo como un hogar". Admite que personas como él recelan de las instituciones ante el miedo al "engaño" y por eso prefieren seguir en la calle. Pero, un año y medio después, valora el giro que ha dado su vida: "Nunca me vi con la felicidad que gracias al centro y a su directora me han dado".

Precisamente, la campaña de este año que lleva por lema "Estoy tan cerca que no me ves" pretende denunciar la invisibilidad que sufren las personas sin hogar, "los últimos de los últimos", en palabras del delegado episcopal Toño Martín de Lera. De ahí que desde la Iglesia Diocesana, se reclame una mayor "sensibilidad social" a la sociedad. "Y una limosna no es la solución", apunta María León, directora del centro.

Ella fue quien atendió a Manuel Bonilla, de 53 años, otra de las personas que recaló en Zamora en junio de este mismo año procedente de Jaén por culpa del alcoholismo. Vivía con sus padres hasta que le echaron de casa. Estuvo danto tumbos durante 15 días "de un sitio para otro, comiendo cero y bebiendo mucho" hasta que terminó en el Hospital de Zamora, donde estuvo ingresado durante varios días. Fue la Policía Local quien le habló del centro de acogida Madre Bonifacia. "No olvidaré nunca una frase que me dijo María: Manuel, tú tienes la oportunidad de iniciar una nueva vida en Zamora". Y así ha sido. Está realizando un curso en el Servicio Público de Empleo de Castilla y León. Y el pasado 6 de noviembre recogía su diploma en el salón de actos de la Diputación de Zamora por ampliar sus conocimientos en inglés y en fiscalidad de las pymes. De hecho, él fue una de las personas con las que habló este periódico LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA sin conocer su situación, poniendo de manifiesto precisamente la "invisibilidad" de estas personas como reza la campaña de este año.