"Hoy más que nunca, jueces y fiscales tenemos que salir a defender el Estado de Derecho y la absoluta separación de poderes". Y lo hicieron con una huelga para "despejar las dudas sobre la independencia judicial" y "el riesgo evidente de mermar la confianza de los ciudadanos" por el nombramiento por los partidos políticos del presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), manifestó ayer Manuel García Sanz, el decano de los jueces de Zamora capital, que pararon en su totalidad, salvo los adscritos a los servicios mínimos, al igual que en la provincia, lo que obligó a los juzgados unipersonales o con dos jueces a mantener la actividad a uno de ellos, "lo que no impide que estén de huelga", como así ha sido, explican fuentes judiciales.

Los jueces y fiscales clamaron por un CGPJ "realmente independiente y una carrera judicial y fiscal en condiciones profesionales dignas". Los pasillos de los juzgados aparecían ayer vacíos, tras la suspensión de vistas, comparecencias y juicios, salvo en los juzgados en servicios mínimos. Las protestas contra la designación de Manuel Marchena como presidente del CGPJ y de Gonzalo Moliner del Tribunal Supremo, según las previsiones, centraron el comunicado suscrito por todas las asociaciones nacionales de jueces y de fiscales, profesionales estos últimos de los que fueron a la huelga solo tres de los ocho que actualmente conforman la Fiscalía Provincial de Zamora.