El perfil del trabajador que se marcha de la provincia de Zamora para establecerse en otras zonas del país está, según los datos difundidos por el Servicio Público de Empleo, muy marcado por la formación y por las oportunidades que ofrece el propio mercado laboral de la provincia. Así, los trabajadores jóvenes y con trabajadores formación lo que no deja de suponer un serio problema para el futuro tanto social como económico de la provincia de Zamora. Los datos muestran un panorama que se traduce en que las empresas de Zamora son incapaces de asumir la mano de obra que sale de los centros formativos superiores, tanto los de la capital como los de fuera de las fronteras provinciales.

Con los datos en la mano, los más actualizados son los elaborados al cierre del año 2017 Zamora ha perdido un total de 7.529 trabajadores. Esto, como siempre en este tipo de estadísticas, no se traduce necesariamente en pérdida de población porque muchos trabajadores encuentran empleo en provincias limítrofes y no cambian su lugar de residencia. En lo que sí se traduce es en un debilitamiento del tejido económico y empresarial de la provincia. Los datos de personas que salen de Zamora son aún peores, pues han emprendido el camino de salida más de 14.000 personas, siempre en términos laborales. La cifra se compensa en parte porque más de siete mil individuos de otras provincias del país han encontrado empleo en Zamora.

El mayor saldo negativo se encuentra entre los trabajadores menores de treinta años, empleo por lo general cualificado que no encuentra opciones en el tejido empresarial de la provincia. Solo en este grupo de edad los zamoranos han firmado 3.808 contratos con sociedades de fuera de la provincia. Les siguen los individuos del siguiente grupo de edad, con un dato negativo de 2.406 acuerdos laborales entre los que se marchan de Zamora y los que encuentran opciones en la provincia. Los que menos se mueven son, lógicamente, los mayores de 45 años. Con todo, el saldo también es negativo si se comparan los contratos firmados por zamoranos fuera de la provincia y los rubricados por ciudadanos de otros lugares de España con empresas de Zamora.

Los datos de formación de los trabajadores son también relevantes porque más de dos mil acuerdos laborales de zamoranos fuera de los límites provinciales han sido firmados por personas con estudios, ya sean ciclos de formación profesional o estudios superiores. Además, los que tienen formación universitaria cuentan con la tasa de movilidad más alta de todos los grupos.

Los datos del Servicio Público de Empleo muestran además las principales provincias de destino de los trabajadores que tienen que salir de la provincia. La mayoría, cerca de la mitad, encuentran empleo en la vecina Valladolid, lo que refuerza la idea de que muchos se ganan la vida fuera pero no cambian su lugar de residencia. Después se sitúa Madrid, provincia en la que muchos zamoranos directamente se establecen. León y Salamanca ocupan la tercera y la cuarta posición respectivamente, apareciendo Palencia en quinto lugar. Por lo que refiere a los trabajadores que llegan a Zamora cabe destacar que la mayoría procede de Salamanca y Valladolid, provincias seguidas de León, Madrid y Asturias.

Los datos elaborados por el SEPE han sido después analizados por la empresa de trabajo temporal Randstad, que "pone de manifiesto que los contratos que implican la movilidad del profesional a otra provincia han registrado la cifra más alta durante el último año", hablando en términos nacionales. En concreto, durante el pasado ejercicio, se formalizaron 2.914.055 contrataciones que conllevaron desplazamiento del trabajador a otra región, un 10,9% más que durante 2016, cuando se registraron 2.627.075 contratos, y el doble que en 2001, la cifra más baja del periodo analizado (1.461.057 contratos).

En el caso de Castilla y León, en el último año se han registrado 170.599 contratos que han implicado la salida del profesional a otra provincia para desarrollar su actividad, un 5,7% más que la cifra registrada en el año anterior, cuando se firmaron 161.413. En cuanto a la tasa de movilidad, en Castilla y León el 16,2% de los contratos implican desplazamiento del trabajador, 2,6 puntos porcentuales más que la tasa nacional.

A nivel nacional, cuando se analiza la serie histórica, Randstad detecta que 2001 y 2002 fueron los únicos años con menos de 1,5 millones de contratos de movilidad. A partir de 2002, hasta 2007, este tipo de contratos se incrementaron hasta los 2,28 millones. La crisis económica redujo el volumen de contratos de movilidad (medio millón de contratos menos entre 2007 y 2009), situándose en el entorno de los 1,7 millones entre 2009 y 2013. A partir de entonces, los contratos han crecido de manera consecutiva hasta registrar la tasa más elevada de la serie histórica durante este ejercicio, con más de 2,9 millones.

Randstad también analiza la tasa de movilidad de los trabajadores en España y destaca que la cifra registrada este año es la más alta del siglo.