Durante este fin de semana, Zamora no solo fue invadida por soviéticos y nazis sino también por turistas. La inédita recreación histórica de la Batalla de Stalingrado llevada a cabo por el Ayuntamiento de Zamora y la Asociación Imperial Service generó un importante impacto turístico que se dejó notar en bares, calles y hoteles.

A falta de datos oficiales, el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería (Azehos), Óscar Somoza, prevé unas positivas cifras dada la afluencia de espectadores y actores ante un evento tan "singular". De hecho, según recuerda su organizador José Miguel Albertes.

A su juicio, el estreno del espectáculo sin ánimo de lucro -ya que los intérpretes actuaron de forma desinteresada-, ha sido "espectacular" a tenor de la respuesta del público y de la repercusión mediática. En la misma línea, el concejal de Turismo, Christoph Strieder, tilda de "éxito" y de "especialmente interesante" la propuesta: "Es algo muy nuevo y estamos muy contentos, nos ha sorprendido a todos el hueco que ha encontrado este tipo de turismo", reconoce.

De hecho, la Oficina Municipal de Turismo se convirtió en una centralita de llamadas, según cuenta su responsable Estrella Torrecilla: "Después de ver la recreación en las noticias en los medios de comunicación locales y nacionales a mediodía, el sábado por la tarde llamó mucha gente de provincias cercanas como Valladolid, Salamanca o León interesándose por el pase del domingo". Tanto fue así que el sábado, día 17, la Oficina Municipal sobrepasó el número de turistas que recibió durante todo el mes de noviembre del año pasado.