La finalización de la Autovía del Duero (A-11) entre la ciudad de Zamora y la frontera con Portugal a través de Alcañices es uno de los accesos que ambos países mantienen paralizados y que los dirigentes de ambos países deberán abordar durante la Cumbre Hispano-Lusa que se celebrará este miércoles en Valladolid. Se trata de 71 kilómetros de conexión cuyo coste aproximado será de 330 millones de euros. El Ministerio para la Transición Ecológica acaba de formular la declaración de impacto ambiental favorable, al tener que actualizarse ante el paso de los años sin que se haya ejecutado su construcción.

El proyecto de estos cuatro tramos se está redactando desde hace casi una década, puesto que este trámite se topó con la crisis económica y las medidas de ajuste sobre el gasto público. El anterior Gobierno había anunciado la licitación en 2016 de las obras de construcción, si bien nunca se llegó a materializar esta medida, por lo que continúan esperando un impulso los tramos Zamora-Ricobayo (17,2 kilómetros), Ricobayo-Fonfría (20,2 kilómetros), Fonfría-Alcañices (17,8 kilómetros) y Alcañices-San Martín del Pedroso (16,6 kilómetros).

Esta conexión por autovía debería sumarse en un futuro próximo a otro acceso como es el de los últimos cinco kilómetros de la Autovía de Castilla (A-62) entre Fuentes de Oñoro y la frontera portuguesa.