La Audiencia Provincial confirma el procesamiento por fraude al Ministerio de Fomento de 15 imputados, a funcionarios de la Unidad Provincial de Carreteras de Zamora, "por falta de vigilancia y control" y beneficiarse; y a empleados de la concesionaria del mantenimiento de la comarca de Sanabria, la UTE Rionegro. Exculpa solo a uno de los encargados de la UTE, de iniciales M.G.F., que dejó de trabajar en 2007, ya que los hechos que se investigan fueron posteriores a esa fecha y vendió chatarra procedente de las vías públicas con conocimiento de sus superiores, creyendo que era legal. Tampoco ordenó a los empleados de la UTE trabajos a favor de terceros y ajenos a la actividad laboral de la adjudicataria, indica la Audiencia. Y sienta en el banquillo al resto acusados por delitos de prevaricación, estafa, apropiación indebida, fraude, negociaciones y actividades prohibidas a los funcionarios públicos, malversación de caudales públicos, cohecho, falsedad documental, tráfico de influencias, infidelidad en la custodia de documentos, y pertenencia a organización criminal.

Respecto de la imputación del exjefe de la Unidad de Carreteras de Zamora entre 2005 y 2013, Esteban Marino Alonso, los magistrados de la Audiencia indican que quien estaba al frente de este organismo debía haber llevado a cabo "una mayor vigilancia" y control de la actuación de la concesionaria, la UTE Rionegro, adjudicataria hasta mayo de 2011 del servicio de mantenimiento de las carreteras de la zona de Sanabria-Carballeda. En cuanto a los regalos que supuestamente recibió-palos de golf, una chaqueta, vino, raquetas de frontenis, botas, figuras de músicos góticos y hoteles, entre otros-, el auto de la Audiencia indica que "no puede considerarse como regular".

La imputación del exingeniero jefe de Carreteras, R.T.R., se mantiene por su participación en la fase de contratación de la UTE, con irregularidades que se reflejan en el auto del procedimiento abreviado, así como por el "incumplimiento de las labores de vigilancia en relación al cumplimiento del contrato" con arreglo al pliego de prescripciones técnicas, tanto en relación con la maquinaria utilizada por la adjudicataria -"de mayor antigüedad y la utilización por más tiempo del señalado" en ese documento, indican los magistrados-, como de los sistemas de GPS que se usaban. Se le acusa de no llevar a cabo las "comprobaciones" e "informes" que "eran esenciales en relación con la correcta ejecución de dicho contrato", tanto en lo que se refiere a las mencionadas máquinas, como "a la cantidad y la calidad de la sal efectivamente utilizada". Al exingeniero jefe se le acusa, además, de haber cubierto una terraza de su propiedad y del cerramiento de dos plazas de garaje "con materiales adquiridos y herramientas contratadas por la UTE", ejecutados sus trabajadores, entre otras obras en sus propiedades, además de percibir regalos de la adjudicataria, que habría abonado facturas de hoteles y congresos dl funcionario.

Al funcionario, vigilante de Fomento, de iniciales P.F.N., se le procesa por "destruir documentación que debía estar archivada en Carreteras y de manipular la hallada" por la policía judicial; por "vender chatarra"; por efectuar trabajos en el baño de su casa con cargo a la UTE y por descuidar sus funciones de vigilancia del cumplimiento de condiciones de la concesión.

El encargado del sector, S.S.S., está imputado por "permitir que se incumplieran los términos del contrato y no controlar la sal que se recepcionaba y se facturaba", con "indicios de que se favoreció de trabajos en su favor" de trabajadores de la UTE y de regalos procedentes de la misma. El resto de encausados son el responsable de la UTE, E.A.; el jefe de conservación y delegado de obra, E.J.R.G.; el gerente, B.M.C.; la ingeniera R.M.I.; los empleados G.G.B, J.I.M.M., P.I.R., J.R.L, A.G.R.; y D.M.H. y P.O.A., dueños de la empresa de sal Edype.