En Tábara, en pleno corazón de la Sierra de la Culebra, cría su ganado la empresa familiar Pascualín, que cuenta con una explotación de unas 2.000 cabezas de ovejas castellanas y tres carnicerías en la provincia de Zamora en las que comercializa sus canales y otros productos cárnicos de primera calidad.

Es la ganadería una de las más grandes de España de la raza autóctona castellana negra, que está declarada en peligro de extinción. Se caracteriza esta raza por ser un ganado extensivo que tiene una leche óptima para elaborar buenos quesos y para la cría de un lechazo que es muy apreciado y valorado por la calidad de su carne.

Los hermanos José Manuel y Ricardo Ballesteros Carrascal son la tercera generación al frente de la empresa familiar. Tres generaciones avalan su experiencia y calidad. Cuentan con unas amplias y modernas instalaciones para la cría del lechazo en la explotación agropecuaria de Tábara. Además, son productores de todos los cereales y forrajes con los que se alimenta el ganado.

La historia de Pascualín nació en los años 50 de la mano de Manuel Ballesteros Gutiérrez, fundador de la carnicería Pascualín en Tábara. Su hijo José Manuel Ballesteros amplió la zona de venta más allá de la comarca tabaresa y actualmente sus hijos, la tercera generación de la empresa, continúan con la misma senda de calidad en las carnicerías de Tábara, Zamora y Monfarracinos.

Su filosofía de trabajo es dar al cliente un buen producto y de primera calidad procedente tanto de su propia explotación de ovino como de otra treintena de ganaderos de la Sierra de la Culebra y de la provincia de Zamora.

En unos tiempos en los que parece que el producto de la tierra no está tan valorado como debiera y en los que priman los bajos precios y la compra en grandes superficies, la empresa Pascualín sigue apostando por la calidad de siempre. Su objetivo es ofrecer producto de los ganaderos de la zona y crear un valor añadido en el medio rural, cuando tanto se habla sobre la despoblación como uno de los mayores problemas que azotan a Zamora y a Castilla y León.

Mucha de la producción de esta tercera generación de ganaderos tradicionales zamoranos se vende a otras partes de España y es elaborada y preparada por cocineros profesionales en restaurantes a nivel nacional.

Disponen las carnicerías Pascualín de un amplio catálogo de productos de la zona, tanto cárnicos como quesos zamoranos. Destaca también la gran variedad de carnes que ofrecen, desde ovino, caprino y porcino a ternera, vaca vieja y otras más difíciles de encontrar como búfalo y potro.

Toda la elaboración de los productos pasa por las manos y las instalaciones de la empresa. Esto permite tener una trazabilidad y un control muy exhaustivo de la carne desde que sale de la ganadería hasta su elaboración y posterior distribución y venta directa en las propias carnicerías de Pascualín.

Cuentan también con una gama amplia de productos ibéricos. Entre ellos, destaca la línea de jamón y de paleta ibéricos de Isaac Martín, que proceden de Salamanca.

Próximamente, la empresa pondrá a disposición de sus clientes y sacará al mercado nuevos productos y elaboraciones que se sumarán al choriqueso y al chorizo de vaca.