Hay un pueblo en Zamora al que le ha tocado la lotería sin ser 22 de diciembre. Así, al menos, lo sienten en Coreses, donde aún celebran que los socios de Leche Gaza hayan escogido su municipio para trasladar la fábrica y desarrollar una ampliación que duplique la producción a corto plazo. A nivel económico es un auténtico pelotazo para la localidad vecina a la capital, pero el mayor atractivo se encuentra en la posibilidad de asentar población, ese conflicto quimérico que trae de cabeza a todos los alcaldes de la provincia de Zamora. En Coreses fueron rápidos y astutos; se ofrecieron a la industria y ahora van a recoger el fruto. Un municipio feliz.

José Luis Salgado es el alcalde de la localidad que el pasado viernes recibió el foco de toda la provincia de Zamora y buena parte del sector agroalimentario. El polígono industrial Los Pinares de Coreses se convertirá en el nuevo centro neurálgico y de operaciones de Leche Gaza, una decisión que supone un espaldarazo para el pueblo. "Estamos encantados, podemos decir que nos ha tocado el Gordo antes de Navidad", reconoce el regidor municipal.

La decisión de la industria láctea zamorana de aterrizar en Coreses no ha sido cuestión de un día. De hecho, esta localidad ha permanecido en contacto directo con Leche Gaza desde principios del pasado verano, cuando la situación de la fábrica de la carretera de Almaraz comenzaba a ser insalvable y los responsables de la empresa decidieron abrir el abanico. "Hemos tenido varias reuniones desde el mes de junio y finalmente hemos llegado a buen puerto", explica Salgado. "Nosotros nos pusimos en contacto con Leche Gaza, les explicamos que teníamos terreno en el polígono de Los Pinares que quizá les podrían cuadrar, aquellas naves de Torres Altamira y de Alstom. Hablamos de cuestiones técnicas y finalmente la idea ha fraguado", detalla el alcalde del municipio.

Coreses ha tratado de ofrecer a Gaza todo tipo de facilidades con el fin último de que la decisión fuera la de instalarse en Los Pinares. Una meta que, en realidad, esconde un objetivo mucho más ambicioso. "Evidentemente, la llegada de Leche Gaza supone un espaldarazo importante a nivel económico, pero lo que realmente buscamos es asentar población. Tenemos los brazos abiertos para todos los trabajadores que quieran instalarse en el pueblo y esperamos también que la ampliación de la fábrica suponga la creación de puestos de trabajo, que tanta falta hacen en esta provincia", anhela José Luis Salgado. La empresa, de hecho, ha anunciado que podrían ser una decena los nuevos empleos que generará esta maniobra adoptada por los socios.

El municipio de Coreses, en definitiva, celebra este traslado como agua de mayo y ya está listo para poner toda la carne en el asador con el firme objetivo de conformar una buena sociedad. "Que sea por muchos años", desea el alcalde.