El exsecretario general de UGT, Cándido Méndez, defendió ayer en Zamora el papel sindical en la lucha por los derechos de los trabajadores en la era de la globalización caracterizada por la revolución digital, que requiere "un nuevo contrato social con nueva generación de derechos", para la prestación por desempleo, para las pensiones, en un marco en el que "hay que vincular más fuertemente las expectativas de los jóvenes, los milenials, con el futuro productivo y social de España".

El sindicalista, que participó en la capital en los actos conmemorativos del 130 aniversario de UGT, urgió al Gobierno de la nación y a los autonómicos para que, con urgencia, "definan una política industrial activa, muy beligerante" en defensa de las industrias clásicas o tradicionales, aunque sin perder de vista "las exigencias de la revolución digital para el mantenimiento de puestos de trabajo y formación de los trabajadores". Recordó que el sector industrial es "estratégico" en el desarrollo productivo y tecnológico del país, como en el resto de Europa, por lo que resulta imprescindible que las instituciones y el Gobierno de la nación "tomen iniciativas políticas en ese sentido, frente al empuje de multinacionales". Méndez, que hizo un repaso a la historia del sindicato UGT y del movimiento sindical vinculado a lo logros sociales y laborales, incluso políticos, del país, reclamó "una conjunción de fuerzas, articulada en torno a las organizaciones sindicales, las instituciones, el Gobierno de la nación y las organizaciones empresariales para sujetar el sector industrial, muy débil", y "pilar fundamental para desarrollo productivo y tecnológico de los países".

Méndez disertó sobre la obligación de enganchar en la acción sindical a los milenials, cuyas principales preocupaciones son trabajar en lo que les gusta, el ocio y los viajes, según las encuestas en la acción sindical, frente a la generación de la transición ilusionados por lograr el cambio, una reflexión que lanzó en el debate sobre "La historia del movimiento obrero y su papel en la recuperación de la democracia", en el que compartió mesa con al ideólogo de UGT y responsable del Instituto Sindical de Estudios, José María Zufiaur, y al expresidente del PSOE de la Junta de Castilla y León y exdiputado nacional socialista, Demetrio Madrid, bajo la moderación de la directora de La Opinión-El Correo de Zamora. Méndez puso de manifiesto la necesidad de que el sindicato represente también a los precarizados, los ciudadanos a los que la crisis económica ha sacado de la clase media.

Zufiaur realizó una retrospectiva crítica el trato otorgado a los sindicatos en el periodo de democratización del país, proceso en el que "fueron la cenicienta de la transición", ya que no se les ha reconocido el papel fundamental desempeñado. Méndez apuntó otros dos retos que tienen por delante los sindicatos en este siglo XXI: la igualdad entre trabajadores y trabajadoras y el medioambiente, que deben transformarse en objetivos sindicales.

Por su parte, el secretario de UGT en Castilla y León, Faustino Temprano, que inauguró las jornadas, reiteró la derogación de la reforma laboral como el objetivo del sindicato, para lo que instó al Gobierno a poner una fecha definitiva, sin renunciar al establecimiento del salario mínimo de 1.000 euros en 2020, y que prevalezcan los convenios colectivos del sector sobre los de empresa para aplicar esta subida y otras medidas.