El desprendimiento de un calentador en una frutería es la principal hipótesis para explicar por qué la estación de autobuses ha amanecido con una gran balsa de agua que se ha colado en varios establecimientos.

Este termo de agua se ha desprendido del techo, lo que ha ocasionado que la tubería estuviera soltando agua durante tres horas, desde las tres de la madrugada hasta pasadas las seis, cuando los responsables de la estación han cortado el suministro. Este incidente ha inundando la frutería y ha provocado que el agua saliera al pasillo y entrara en el resto de establecimientos anexos.

La mayoría de estas tiendas contiguas han tenido que achicar agua durante la mañana y algunos de los establecimientos han sufrido pérdida de género, aunque parece que la situación se ha saldado sin grandes daños materiales para ellos.

Esta situación coincide con las quejas de los comerciantes por el estado de mantenimiento general de la estación. Por fuera existen goteras y hay malestar por la conservación del inmueble en general.