La vuelta de Sordera a Zamora no dejó indiferente a nadie; a todos los que acudieron gustó, escoció y pellizcó, porque el duende estuvo presente. Hablo de aficionados cabales donde los haya. Hablo de quien entiende y sabe escuchar, y hablo de un artista inmenso que sabe a quién le canta en un ambiente propicio, de escucha y de comunión adecuada. Incluyo también a invitados franceses e italianos. El flamenco, qué duda cabe, es universal más allá de la Unesco, y así, nuevamente, se volvió a mostrar en todo su esplendor el pasado sábado en la sede de "Amigos del Cante".

Rompe la noche un magistral Vicente Soto por toná. Impecablemente vestido con un elegante traje de rayas. Porte inmaculado y reverencia propia del señorío que lo caracteriza: "Buenas noches señoras y señores. Aquí estoy de nuevo": toná chica, dos grandes y debla, dando entrada a la segura bajañí de Nono Jero. "Los que me conocéis ya sabéis que habitualmente apuesto por tocaores jóvenes con talento, como en este caso"; y vaya sí Nono, el hijo de Antonio Jero y sobrino de Periquín, demostró a lo largo de toda la velada talento con creces. Continúan por cantiñas. El cante preciso que situó definitivamente a Sordera en el meridiano mismo de La Razón Incorpórea. Desgranaron alegrías, romera y cantiñas delicadamente ejecutadas; llega uno de los momentos álgidos de la noche, las soleares. Ocho y el cierre de Juanillero de Marchena. Abren con Joaquín el de La Paula, Agustín Talega, de nuevo Joaquín, Roesna, Mercé La Serneta -muy personalizada- Tía Jilica de Marchena, Paquirrí El Guanté, Mellizo y Juanillelo, como he dicho.

Continúan por tientos y tangos. Sabido es que los tangos constituyen uno de los palos fuertes de Vicente, y no sólo eso, es su máximo exponente a fecha de hoy. Descanso.

Abren la segunda parte con la malagueña grande de Enrique El Mellizo, iniciada, eso sí, por la media granaína de Antonio Chacón, al más clásico estilo impuesto por Aurelio Sellé y popularizado por Pepe Marchena. Ambas, impecablemente ejecutadas.

"Bueno, ¿estáis a gusto? Vamos a hacer unas bulerías por soleá, o soleá por bulerías. O lo mejor de todo: bulerías para escuchar". Perfecta definición. Ahí, también estamos, ante el mejor interprete por este palo. Su padre escribió con letras de oro la ejecución de este dificultoso cante, y Vicente ha hecho la mejor versión hacia el presente.

Llega otro de los momentos sublimes de la mágica noche: el cante por seguiriyas. La primera de Manuel Torre, continúan por Diego Marrurro, Francisco La Perla y cierre del sanluqueño Perico Frascola. Monumental interpretación. Concluyen definitivamente la memorable velada con una generosa entrega por bulerías, seguidas de prolongada ovación con la práctica totalidad del público puesto de pie. Ciertamente, otra actuación gloriosa para la formidable historia de "Amigos del Cante".