Ya sea por su vocación de bombero o su instinto paternal, Javier Bodego es de esas personas que quiere creer y sobre todo crear un mundo mejor. Gracias a las donaciones de medio centenar de socios, Acción Norte llega allí donde los gobiernos y el resto de organizaciones no llega. Tras un año complicado lleno de contratiempos, Bodego repasa los proyectos de la asociación y analiza la crisis inmigratoria actual. Asegura que los medios de comunicación están siendo cómplices del discurso del odio imperante hacia los migrantes y refugiados. Un rechazo del que espera no sean aliados sus hijos Ibai, de tres años, y Enara, de uno.

-Un accidente de tráfico, una misión abortada, una retención en la aduana, un robo en el almacén? 2018 no está siendo el mejor año para Acción Norte.

-Sí, el año empezó mal porque justo tuvimos un accidente cuando llevábamos los dos vehículos de la caravana hacia los parques de bomberos saharauis. Al final solo pudo llegar uno pero está dando servicio allí y hace apenas diez días hemos enviado otro. Además, el pasado jueves llegaron las 22 toneladas de ayuda humanitaria a Zagreb y a Berak para paliar las necesidades de los refugiados que están atrapados en la frontera de cara al duro invierno.

-¿Sospechan de quién pudo estar detrás del robo del almacén?

-Igual peco siempre de pensar bien, pero personalmente creo que no iban al almacén de Acción Norte porque no está señalizado. Creo que fueron, abrieron, vieron lo que había y dispusieron de todo el material que quisieron. Pero como dijimos, ojalá les sirva lo que hayan robado. No podemos hacer otra cosa.

-¿Qué es lo que os anima a seguir adelante? ¿Cuál es vuestra motivación?

-Personalmente, quizá sea por la vocación de bombero de tener que ayudar a las personas dónde estén, cómo estén y sean de la ideología que sea. Eso lo llevas en la sangre. Y también por otra parte, ahora al tener niños no quiero que mis hijos hereden un mundo tan fastidiado como el que tenemos ahora nosotros aquí en Europa. El problema está a la puerta de nuestra casa y viene generado por las guerras, los conflictos y el aprovechamiento de los recursos en África. Entonces, es una manera de que vean que su padre y Acción Norte están intentando equilibrar un poco la balanza entre Europa y África en la medida de sus posibilidades, que son muy pocas.

-¿Qué necesidades tiene la organización?

„Sobre todo económicas. El proyecto "estrella" de la organización es el de los parques de bomberos en África. Y ahora nos estamos centrando en pagar sueldos de bomberos y sanitarios. Primero lo estamos llevando a cabo en los campos refugiados pero quizá el modelo se podría exportar a otros países. Por eso necesitamos fondos. Además, si ellos tienen dinero para dar de comer a su familia no van a querer abandonar su país, nadie quiere.

-¿Cuáles son las principales zancadillas que tiene que sortear una organización de este tipo?

-Las fronteras. Para enviar cualquier tipo de material a los campamentos de refugiados los trámites que tenemos que realizar son exagerados, llevan muchísimo tiempo y muchísimo dinero. Todo el tema burocrático nos genera mucho estrés. Aunque es cierto que también hay muchas personas que se aprovechan para meter otro material inadecuado en los envíos de ayuda humanitaria y por su culpa se paralizan las caravanas. Esta situación se complica más sobre todo en los campos de refugiados. Aunque en Serbia también nos pasa, por eso hemos hecho el envío a Croacia, que es de la Comunidad Económica Europea. Si queremos pasar a Serbia tenemos que hacer unos listados con todo el material, un tema de lavandería para que la ropa esté desinfectada, estar dos o tres días en la aduana, que bajen todo el material, que lo vuelvan a meter? es algo complicadísimo. Tenían que facilitar más los trámites cuando llevas ayuda humanitaria.

-¿Qué papel juegan las organizaciones pequeñas como Acción Norte en el actual contexto migratorio?

-Nosotros llegamos donde ellos no llegan porque las ONG institucionalizadas no trabajan con gente "ilegal". Nadie es ilegal pero ellos no pueden trabajar con personas sin papeles porque no tienen el apoyo de los gobiernos. Y precisamente nosotros trabajamos con esas personas en tierra de nadie aquí en Europa. Sin embargo, en África sí trabajamos con los gobiernos porque no podemos tener la movilidad que tenemos aquí en Europa.

-¿Cada vez hay mayor solidaridad o mayor odio hacia los migrantes y refugiados?

-En el 2016 hubo un "boom" exagerado sobre todo de personas que iban a ayudar en Grecia. Ahora estamos viendo todo lo contrario. Aparte de las complicaciones que nos ponen a nosotros, la gente no colabora tanto, no hay tantas ayudas? estamos viendo un decremento. Sin embargo, cada vez hay más personas, como tú y como yo, que están en una situación límite. Y el problema lo generamos nosotros desde las escuelas o desde el momento que compramos ropa o móviles baratos con componentes caros que solo encontramos en África. No se trata de que nosotros vivamos mal sino de ser un poco coherentes con la compra, su origen, su material... y de no vivir bien a costa de otros. Es la misma historia de siempre, pero tenemos que ser conscientes de que ellos tienen que salir de esa miseria.

-¿Y cuál es el motivo de ese repunte de la indiferencia? ¿Ha calado el discurso del odio?

-Si en vez de sacar en las noticias que un inmigrante ha robado o ha violado, sacaran las historias de los miles de inmigrantes que son diplomados que están buscándose la vida? las cosas cambiarían. Tenemos el ejemplo del padre de Osman. Sin ayudas y con tres hijos, está trabajando, está pagando su seguridad social y todos los impuestos. Si la prensa sacase eso y no lo negativo, al final habría un cambio de mentalidad. La gente se está radicalizando, hay mucho odio.

-O sea que a su juicio los medios de comunicación son cómplices de ese odio.

-En estos momentos, sí. Al igual que en 2016 hubo un cambio y se estuvo a favor de los refugiados.

-Parte de la sociedad zamorana critica su ayuda a los de fuera y no "a los de aquí". ¿Qué respuesta da Acción Norte?

-Si conociéramos a alguien de aquí que hubiera perdido a su familia y su casa, que no tuviera para comer ni dónde dormir, nosotros le ayudaríamos. Nosotros estaríamos ahí al lado de gente con necesidades reales. Pero nadie puede compararme las personas que vienen de un conflicto bélico con la situación que tenemos aquí.

-Recuérdenos cómo surgió Acción Norte hace ya dos años, en 2016.

-Antes éramos una delegación de Bomberos en Acción. Una vez que se extinguió, formamos la ONG Acción Norte en Zamora y seguimos con los compromisos que habíamos adquirido por ejemplo en Grecia. Ahora trabajamos en función de los movimientos de los refugiados en Serbia, Ventimiglia o el Sáhara.

-¿Cuáles son los próximos proyectos de la organización?

-A partir de enero vamos a empezar a pagar los sueldos de veinte bomberos. Ya está confirmado el pago durante el primer semestre y estamos intentando confirmar el segundo. Nos vamos a centrar en África para tratar de equilibrarla con Europa.

-¿Algo que desee añadir?

-Hacemos un llamamiento a la gente para seguir apoyándonos en los proyectos, sobre todo en el de África. Aunque estemos cerrando un poco los ojos, tenemos un problema bastante serio. Hay dos millones y pico esperando a pasar la frontera. Y tenemos que hacer algo.