Hace ya cinco años que el magistral Vicente Soto Barea, Sordera para el arte, no nos visitaba. La última vez que lo hizo fue con motivo del XLIII Festival Flamenco de Zamora para triunfar en esta magna cita nacional como acostumbra: a lo grande. Previamente también lo hizo de la misma forma en el malogrado y querido Festival de Morales del Vino. Y es que el jerezano, del flamenco barrio de Santiago, con un currículo plagado de éxitos y con innumerables seguidores entre nuestros paisanos, lleva años siendo cabecera demandada de cartel en los más importantes eventos jondos del mundo. Cantaor largo donde los haya, culto, cabal, sensible y señor. No en vano comenzó sus grabaciones cantando al ilustre poeta portugués Fernando Pessoa, continuó con sus "Trípticos flamencos" de culto, dedicados a Cádiz, Jerez y Sevilla para descolgarse este mismo año con "Coplas del desagravio" todo un inmenso homenaje a la mujer. Entre medias, otros ocho discos, que como toda su discografía, son auténticas obras de arte.

Además de a Pessoa, ha musicalizado a través de diversos espectáculos a otros grades poetas universales como a José Bergamín, José Hierro, Rubén Darío, José Martí, Miguel de Unamuno, Antonio y Manuel Machado o Valle Inclán. Ha protagonizado actuaciones en todos los grandes acontecimientos flamencos del mundo: Francia, Alemania, Italia, USA, Japón (donde llegó a residir varios meses) Australia, Filipinas, Canadá, Portugal, Argentina, México, Holanda, Austria, Bélgica, son algunos lugares donde se conoce y se valora su arte.

El peso de la sangre hace más grande si cabe al gran Vicente Sordera. Descendiente directo del iniciador de la saga, el mítico Paco La Luz, sus hijas La Serrana y La Sordita, El Sordo La Luz y El Niño Gloria, pero la fuente más directa y determinante en su talento viene dada por su padre, Manuel Soto Sordera, una de las vacas sagradas de la Segunda Edad de Oro del flamenco.

Se inició como guitarrista, lo que le da un conocimiento profundo del universal arte, llegando a grabar un disco acompañando precisamente a su progenitor, además experimentó el cante para baile cantándole nada menos que al gran genio del baile flamenco y español, Antonio El Bailarín, así como a Antonio Gades, entre otros y otras.

A la bajañí estará un joven, pero suficientemente experto guitarrista, también perteneciente a una destacada saga de avezados conocedores del toque jerezano, Nono Jero, hijo de Antonio Jero y sobrino de Periquín.

En definitiva, si se comenzó el curso flamenco el pasado septiembre con otra artista de primerísimo nivel, como fue el caso de María Vargas, este sábado se continúa por los mismos derroteros, y también por los aires de Jerez, con el gran Vicente Soto y Nono Jero.