La Cofradía de las Benditas Ánimas de Zamora cumplió ayer el ritual en el Día de Difuntos. Por la mañana, sus miembros se dieron cita en la misa del cementerio de San Atilano. Por la noche, el cortejo caminó por los cuarteles del camposanto para rezar el rosario.

El ceremonial, que se repite cada año en el mismo escenario, impresiona por la solemnidad del acto nocturno en el cementerio, que contrasta con la visita a los fallecidos durante toda la jornada en el día de Todos los Santos.

La procesión partió a las ocho y cuarto de la tarde y discurrió por las calles del cementerio con el Santo Cristo del Perdón. Los asistentes rezaron el rosario "por todos los que descansan en paz". El rezo, como siempre, estuvo dirigido por el capellán Emilio Santiago Lorenzo. A la procesión acudió la Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús Luz y Vida, acompañada de su coro. Cabe recordar que esta hermandad ya procesiona hasta el cementerio en su discurrir por las calles de Zamora cada Semana Santa. Los hermanos de la Cofradía de Ánimas de San Atilano realizaron, como también es habitual, la procesión con las velas encendidas en señal de homenaje a los fallecidos.