"Isabel Ramos. 8 de marzo de 1942, a los 46 años". La leyenda que acompaña a una sencilla cruz cerca del cuartel austero de los militares en el cementerio de Zamora esconde una intrigante historia, la de la cantaora flamenca Isabelita de Jerez, muerta en un hostal de la capital en plena gira de Pastora Imperio, de cuya compañía formaba parte, junto con su hija. Cada tumba guarda en su interior muchos recuerdos que salen a la luz en el Día de Todos los Santos: "Richard, guardaremos en nuestra mente tu mejor sonrisa", dice una tumba anónima, "El primer surco de hoy será mi cuerpo", pone en la de Claudio Rodríguez.

Y por eso miles de zamoranos se acercaron ayer al cementerio con flores para sus muertos. Las preferidas claveles, rosas, crisantemos o margaritas, preferiblemente en centros, más de moda actualmente que los ramos, explican los vendedores de la puerta del campo santo, colocados este año junto a la entrada secundaria, en la zona de tierra del final del aparcamiento, reservado este año para los ciudadanos con problemas de movilidad o que necesitaban descargar algún objeto voluminoso. "Hemos hablado con la Policía Municipal para evitar la situación absurda del pasado año, con los vendedores lejos y el aparcamiento vacío" señalaba el concejal Christoph Strieder, encargado del cementerio.

Un entierro real puso sin duda una nota más triste si cabe a la jornada de Todos los Santos, que sigue atrayendo a miles de zamoranos hasta el campo santo, con mayor afluencia de gente sobre todo a partir de mediodía.

Actos religiosos

Justo a esa hora terminaba el eterno capellán (46 años de servicio), Emilio Santiago, la misa de las 11.30, única del día junto con la de las 17.00 horas, horario que se repetirá hoy en el día de los Fieles Difuntos, junto con la procesión de las 20.15 horas que organiza como todos los años la Cofradía de las Ánimas de San Atilano, que recorre las calles del camposanto con el Cristo del Perdón, "rezando el santo rosario y aplicándolo por todos los que descansan en la paz del señor". La Hermandad de Jesús de Luz y Vida se suma a esta celebración y acude con su coro y su imagen titular, la obra de Hipólito Pérez Calvo.

Fregonas y gatos

Este año parece que la gente encontraba el cementerio bastante limpio, aunque el concejal reconoce que es difícil mantener el equilibrio entre el interés particular y el uso público. "Mi tumba es mi tumba y está mi familiar. Pero al mismo tiempo es un parque con unos árboles maravillosos. El cementerio debe ser desde el punto de vista estético un lugar agradable". Por eso se ha prohibido dejar las fregonas y útiles de limpieza entre las tumbas y el Ayuntamiento estudia habilitar unas taquillas donde "a cambio de una módica cantidad" estas personas puedan dejar los útiles de limpieza. Porque hay quien aprovecha hasta los huecos de los árboles para guardar las bayetas entre limpieza y limpieza. Claro que hay comportamientos incívicos peores, como los de quienes se dedican a robar flores recién puestas en las tumbas, suceso que ha ocurrido a más de un usuario. Se trata de erradicar también otra costumbre, la de dar de comer a los gatos que provocaba una gran proliferación de la especie.

Uno de los proyectos que se van a llevar a cabo, explica el concejal es renovar los carteles con los nombres de los cuarteles, que existen en la zona antigua aunque están muy deteriorados, y que ni siquiera de se llegaron a poner en la zona nueva. Son importantes para ayudar a orientarse a la gente, aunque hay un ordenador para buscar tumbas y los operarios acompañan a quien los requiere.

Miembros amputados

Strieder relataba los logros y previsiones. Se han hecho 150 nuevas tumbas, 25 de ellas para musulmanes, mirando a la Meca, que se separarán con un pequeño seto, se ha adquirido un dúmper, dos escaleras de aluminio, más ligeras, para los nichos, en marzo se contratará la construcción de más columbarios (nichos), porque ya van escaseando, se renovará la red de agua, que da averías y se acondicionará la zona de desamparados, donde se entierra a transeúntes, personas sin medios económicos e incluso, en colaboración con el forense y el hospital restos humanos como fetos o miembros amputados.