Otro asunto cuya sombra se proyecta sobre la decisión a tomar por los socios de Gaza en la asamblea es el referente a la lentitud de la máquina burocrática. Después de tres años de espera desde que se presentó el primer proyecto de ampliación, los accionistas temen un nuevo enquistamiento. Por eso será fundamental el compromiso establecido tanto desde del Ayuntamiento de Zamora como desde la Junta de Castilla y León de agilizar al máximo todos los trámites, evaluando a un tiempo los cambios en el plan parcial y el estudio de detalle. En ese caso, las administraciones calculan que el plazo para que las obras echaran a andar no se alargaría más de seis o siete meses.

Más de mil personas trabajan directa o indirectamente para Gaza en Zamora. Medio centenar de ellas, directamente en la fábrica. A ellas hay que sumarle las explotaciones ganaderas de los aproximadamente 70 cooperativistas. La buena marcha de la fábrica y la evolución del sector ha obligado a las explotaciones a dimensionarse para aumentar la producción, con lo que se han creado nuevos puestos de trabajo. El ensilado y el transporte tanto de forraje para el ganado como, posteriormente, la recogida de leche, completan uno de los mayores entramados de la provincia en cuanto a puestos de trabajo. De esta forma, Gaza se convierte en uno de los ejemplos fehacientes del potencial agroalimentario de Zamora.