Sirvió de entrenamiento para los servicios de emergencias pero también para que los ciudadanos pudieran apreciar cómo se actúa ante una catástrofe, en este caso un accidente de autobús con múltiples víctimas recreado en la calle Almena, que es la vía que enlaza a rotonda de Trascastillo con la de acceso al Puente de los Poetas, que discurre paralela a la fábrica de Gaza.

Un centenar de efectivos se coordinaron que llevar a cabo el simulacro de accidente, seguido en directo por unas 300 personas, aunque las que ocupaban las filas traseras apenas pudieron apreciar los detalles del rescate. Los actores de maquillaron para su papel de víctimas, unas atropelladas por el autobús, otras aún dentro cuando una ciudadana daba aviso al 1-1-2 de lo que estaba ocurriendo. Un "speaker" relataba para el público lo que iba sucediendo en el simulacro, una recreación de lo que ocurriría en un supuesto similar en la realidad y que sirve para que los servicios de emergencia estén entrenados y vean posibles errores que sirven como oportunidades de mejora cuando toque enfrentarse a una situación real.

Rápidamente fueron llegando los agentes de la Policía Municipal, cuya primera labor fue acotar la zona para evitar nuevos accidentes, seguidos de los bomberos que se colocaron en posición para calzar el autobús y poder acceder a su interior en busca de heridos. Los servicios sanitarios no tardan en aparecer, con la UME de Zamora primero y las de la provincia más adelante, así como el apoyo de los sanitarios de Cruz Roja. Los bomberos situaban cerca del autobús, pero en zona segura, el "nido de heridos", montaban el puesto médico avanzado, un hospital de campaña para atender a los heridos, mientras las enfermeras clasificaban a las víctimas del percance. Un sistema de colores permite priorizar la asistencia. A los heridos más leves se les asigna en verde, a los graves en amarillo, a los críticos en rojo y a los muertos el negro.

En el accidente de Trascastillo había 3 negros, 5 rojos, 7 amarillos y 15 verdes. Toda esta información se comunica al 1-1-2 que de esta forma puede valorar qué efectivos debe movilizar para hacer frente a la emergencia. La clasificación sirve también para saber dónde hay que llevar a cada paciente: los más leves a centros de salud, los graves al hospital, de manera que no se saturen los servicios de urgencias y la atención sea más eficaz.

Hay aspectos técnicos en principio secundarios pero muy importantes, como colocar los medios de tal forma que en ningún momento se impida la evacuación o contar con la logística necesaria, explicó Henar Onrrubia Baticón, enfermera de la UVI móvil de emergencias, que ha sido quien ha coordinado el simulacro junto con los bomberos de Zamora, con la ayuda fundamental, asimismo de Cruz Roja, Sacyl y la Policía Municipal para sacar adelante la actividad enmarcada en las III Jornadas de Enfermería de Urgencias y Emergencias de Castilla y León que se clausuraron ayer.