El Juzgado investiga un caso de continuas agresiones sexuales, asociadas a violencia de género, sufridas por una joven durante un año de convivencia con su pareja, que concluyó tras el último episodio en el que su pareja le agredió, agarrándola del cuello con gran fuerza, tras insultarla. El juez ha decretado una orden de alejamiento para proteger a la denunciante de su excompañero sentimental, según ha podido saber este diario.
El escalofriante relató que efectuó en su denuncia recoge múltiples ocasiones en las que el varón le obligaba a mantener relaciones sexuales, haciendo caso omiso de sus ruegos para que no continuara forzándola. La presunta víctima rompió hace unos meses con quien había sido su compañero sentimental.
La joven detalló una agresión especialmente violenta, anterior a la que desembocó en la denuncia y de a la que sí tiene un parte médico. En aquella ocasión, el verano pasado, tras llegarla a penetrar contra su voluntad, la golpeó la cabeza fuertemente contra el suelo en el domicilio que compartían el verano pasado.
Cuando la joven amenazó a su exnovio con llamar a la policía para que la dejara tranquila, la reacción fue todavía más violenta. El joven, de 23 años, obligó a su compañera sentimental, de 25 años, a permanecer en el suelo sin moverse, a pesar de que sangraba abundantemente por las lesiones sufridas, la amenazó de muerte, tras arrebatarle el móvil para asegurarse de que no podría comunicarse con nadie para pedir auxilio.
La mujer pudo, finalmente, recuperar su teléfono móvil durante un descuido de su presunto agresor, cuando este salió durante unos instantes de la estancia en la que estaba produciéndose el ataque, momento que aprovechó para realizar una llamada y pedir a un amigo que fuera a recogerla porque temía por su vida, dada la actitud tan violenta que demostraba el denunciado, explicó en su denuncia. El presunto agresor, al percatarse de que había avisado a alguien, dejó que la joven abandonara la vivienda y pudiera ponerse a salvo, mientras él también abandonaba el piso.
