Adiro, un antiagregante plaquetario de amplia utilización, Nolotil, para la fiebre y el dolor, Urbason (antiinflamatorios), Trankimazin (para la ansiedad), Valsartán y Adalat Oros (antihipertensivos), Apocard (antiarrítmico) o Bactroban (pomada antibacteriana) son sólo algunos de la larga lista de aproximadamente 80 medicamentos que faltan en las farmacias de Zamora. Un desabastecimiento que no es exclusivo de la provincia, sino que se produce en todo el país, pero que está afectando de lleno a los pacientes.

El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Zamora, Juan Prieto Corpas, certifica que hay un desabastecimiento real de una larga lista de medicamentos, muchos de ellos de amplia utilización por parte de los pacientes. Explica que en la mayoría de los casos estos medicamentos tienen alternativa, y de hecho los propios farmacéuticos están habilitados para proporcionar al paciente un fármaco que sea igual al que esté tomando el enfermo, pero en otros casos es necesario que el ciudadano vuelva a su médico para que sea éste el que prescriba la alternativa más adecuada. Sólo en algunos casos no hay posibilidad ni de medicamento similar ni de alternativa y hace falta recurrir a lo que se conoce como "medicamento extranjero", que son las dosis que pueden adquirir las autoridades para casos concretos. De hecho, el Colegio ha tenido que hacer ya gestiones en algunos casos ante el servicio territorial de Sanidad de Zamora para conseguir alguno de estos medicamentos.

El listado de faltas de medicamentos se modifica prácticamente a diario y los farmacéuticos lo conocen al momento gracias al Cismed, una herramienta "que nos permite saber en tiempo real los medicamentos solicitados que sufren desabastecimiento". Uno de los problemas que provoca el desabastecimiento de fármacos muy populares es que se hace necesario recurrir a sustitutos, que aumentan mucho su demanda y también empiezan a escasear. Es el efecto arrastre que se da, por ejemplo, en el caso del ácido acetilsalicílico en relación con el Adiro.