El músico Luis Delgado es uno de los integrantes del Cuarto de Urueña que ofrece hoy (a las 20.30 horas) un concierto en el Teatro Principal. Sobre el escenario del liceo municipal estarán César Carazo, viola y voz; Jaime Muñoz, flautas e instrumentos de viento; Luis Delgado, zanfona y percusiones, y Cuco Pérez, acordeón y armonio.

-El Cuarto de Urueña regresa a Zamora en esta ocasión en el marco del teatro municipal con el concierto titulado "El vino en las tres culturas".

-El programa supone un paseo por el significado del vino en la poesía y la música de judíos, moros y cristianos. La diferencia entre unas y otras es significativa. Cada una de las tres culturas lo percibe de una forma. Los cristianos y judíos han dejado un registro de alabanza incluso los judíos tienen hasta unas normas específicas de cuántas copas de vino se tienen que tomar en una celebración. El islam lo prohibe, pero el vino está citado de alguna forma metafórica como el vino del éxtasis religioso o del amor. La presencia social del vino en la cuenca del Mediterráneo es insoslayable.

-¿Por qué han elegido el vino como aspecto a bucear en los tres credos?

-Hemos hecho muchos programas centrados en las tres culturas y el programa del vino surgió por una colaboración que hicimos con una bodega de Urueña que nos pidió un disco como regalo a los clientes. A mayores, hemos dado muchos conciertos con estas canciones porque la presencia del vino en la sociedad española de una manera más artística y cada vez existe más interés por saber el origen. Al bucear en el tema no pensábamos que fuéramos a encontrar tantas cosas. Desde las cantigas de Alfonso X donde se relatan milagros de la Virgen relacionados con el vino hasta los cantos "Carmina potoria" que están en "Carmina Burana" que hacen referencia a las virtudes del vino. En el islam, sobre todo en ceremonia sufis, hay referencias metafóricas a la copa y al vino. Cantamos canciones muy curiosas y divertidas porque hay canciones sefardíes donde se alaba la embriaguez lúcida.

-¿Hacen una recreación historicista?

-No. En esta ocasión no vamos con instrumentos similares a los de la época de las composiciones. En este concierto Cuco toca el acordeón porque lo cierto es que las tres culturas son tres patas, desde el punto de vista documental, muy desiguales. La música sefardí y andalusí llega a nosotros por tradición oral, mientras que la música cristiana está recogida en manuscritos de los siglos XI al XIII. Hay canciones de las que tocaremos que todavía están vivas y no hemos querido medievalizarlas porque forman parte de nuestra tradición. Ahora no tenemos siega, ni vendimia... si no tenemos esas labores no tenemos la música que la rodea. Esa crisis se ha vivido durante la segunda mitad del siglo XX, pero ahora afortunadamente gracias a las grabaciones fonográficas se ha preservado y ahora una serie de músicos las subimos a los escenarios con lo cual la parte artística, aunque sea en otro contexto, se sigue preservando.

-La música andalusí también forma parte de su repertorio.

-Efectivamente. Vamos a hacer una gira por Omán, Emiratos Árabes y Arabia Saudí a partir del 3 de noviembre. La música andalusí, que se compuso en la cortes hispanomusulmanas durante los años del islam hispano y tras la expulsión se trasladó a los países del Magreb a Argelia, Túnez, Marruecos y Libia, naciones en donde es su música clásica, les resulta muy interesante. Les gusta conocer esa tradición histórica porque es una manera de entrar en contacto con sus raíces.

-Y ¿en el repertorio como el que tocan hoy en el Principal, encontramos ahora nuestras raíces?

-De alguna manera sí porque la música de las tres culturas está dentro de nuestro folclore. La música sefardí y las historias que narra en muchas ocasiones hace referencia a la historia de España, en tanto que la música andalusí, cuyos vestigios es difícil de localizar porque es una música que con la segunda expulsión de los moriscos se prohibe totalmente. A mayores contamos con las canciones de trovadores y juglares. Por otro lado, la gente cada vez es más culta y tiene un interés por conocer distintas facetas de su historia.