La devoción existente en España por Jesús Caído se palpó ayer en la ciudad de la mano del VI Congreso Nacional de Jesús Caído que reúne hasta hoy a casi un centenar de representantes de 18 cofradías de todo el país que han descubierto la Semana Santa de Zamora y participado en la salida procesional extraordinaria de la imagen titular de la Hermandad de Jesús en su Tercera, la cofradía anfitriona.

La segunda jornada del encuentro nacional comenzó con una oración en San Juan a lo que sucedió una aproximación a Semana Santa en dependencias del Ramos Carrión. En ellas los asistentes conocieron elementos de la hermandad y cofradías de Pasión, como banderas, instrumentos o cruces, y se adentraron en la manifestación que aúna religión y tradición en Zamora con una serie de charlas. En la primera el cocinero Pablo Segurado acercó a los presentes a la gastronomía zamorana en Cuaresma, desde el Dos y pingada, las garrapiñadas o las aceitadas, mientras que Julián Calvo les habló de los sonidos que se escuchan en las calles de hachón golpeando en el suelo a las figuras de Merlú o de Barandales.

Tras una visita a la ciudad y una actuación de gigantes y gigantillas de Capitonis Durii en el mirador del Ramos Carrión, hubo otra mesa redonda. En ella la religiosidad, la música y el arte cobraron protagonismo de mano del capellán de la hermandad, Agustín Montalvo; del músico David Rivas, autor de la marcha "Tercera Caída" para la imagen de Jesús en su Tercera Caída, y el delegado diocesano de Patrimonio José Ángel Rivera, respectivamente.

Por la tarde, tras la presentación de las candidaturas para albergar el siguiente congreso, el apasionado por el mundo del arte Pablo García disertó sobre la iconografía de los cristos caídos en la historia del arte y su relación con la Semana Santa. Se trata de unas representaciones que "suelen tener una estética similar", explicó. Las diferencias se ciñen a "con qué mano se apoya la imagen". Entre las tallas de sur destacó "el Cristo Caído de Rota que no mira hacia el suelo y no está humillado debajo de la cruz, sino que tiene una expresión mucho más de esperanza", mientras que en norte la representación del caído "es menos frecuente". En cuanto a los dos de Zamora, el de la Cofradía de Jesús Nazareno "está inspirado en el cuadro de Rafael "El Pasmo de Sicilia" y la imagen de Quintín de Torre está inspirado en uno de los retablos de la Catedral de Zamora", subrayó.

Los clarines y tambores, ataviados con la túnica de raso blanco pero sin el caperuz negro, anunciaron la salida de la imagen de Jesús en su Tercera Caída del Museo de Semana Santa. Barandales, con su traje habitual, y tras él los hermanos de coro, entre los que iba algún pequeño con el medallón de la cofradía, y representantes de hermandades de Jesús Caído precedían a la imagen de Quintín de Torre acompañado por un Merlú, con los trajes de Jesús Nazareno y sin capuchón, que tocó en cada fondo del paso, mientras que la Banda de Música maestro Nacor Blanco interpretó marchas significativas en Zamora, como Thalberg, en un recorrido distinto al del Lunes Santo.

Desde el Museo de Semana Santa la procesión enfiló por las arterias del casco antiguo rumbo a la Catedral por el mismo itinerario que tuvieron que seguir la pasada Pasión seis cofradías que salen o concluyen su desfile en el primer templo diocesano por un nuevo desprendimiento en la Rúa de los Notarios. Ante la seo los hermanos de coro, subidos en un escenario, pusieron voz a "La muerte no es el final" tras unas palabras del capellán. Con el canto el Cristo avanzó lentamente hasta la puerta de acceso al atrio del primer templo diocesano, para entrar minutos más tarde.

El VI Encuentro Nacional de Jesús Caído se clausura hoy en el Ramos Carrión y posteriormente tendrá lugar una misa en la Catedral y un concierto del coro de la Hermandad de Tercera Caída y el de la Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Luz y Vida.