Casi medio millar de amigos de Óscar Sastre se dieron cita ayer en la Ciudad Deportiva para homenajear y recordar con la inauguración de un monolito con su busto al empresario y exsindicalista de CC. OO., fallecido en un accidente de moto el pasado 2 de febrero en la localidad portuguesa de Bemposta.

Las lágrimas presidieron el acto, que reunió a su mujer, Ángela Carrera, a su hermano Rubén Sastre y a su cuñada Sonia Hernández, arropados por decenas de moteros de "Los Rasca", grupo al que pertenecía Óscar, y de "Los Paquetorr@s", especialmente cuando las motos irrumpieron en el aparcamiento.

La emotividad se desbordó cuando su hermano, Rubén Sastre, leyó un pasaje del libro del empresario "Un paseo por la memoria y la amistad", en el que invita a vivir, experimentar y equivocarse, dejarse llevar y aprender y que concluía: "... que tengáis una buena ducha cargada de agua poética, sensual, rica en amores, amistad y buenos recuerdos".

Laura Rivera, concejal del equipo de Gobierno de IU y excompañera de partido y de CC OO de Óscar Saste, recordó al sindicalista aguerrido y peleón, al hombre vitalista, mientras que la presidenta de Azavi, Mila Rueda, rememoró al entrañable, generoso, al amigo que derrochaba amor por donde iba.

Los amigos que impulsaron la instalación del monolito, para nunca olvidar a "la majestuosa persona que era Óscar, dedicada a la gente, luchador", agradecieron la entrega de todos los que han aportado su granito de arena, al Ayuntamiento de Zamora que facilitó el terreno, para que su sueño se hiciera realidad.

El monumento consta de una peana de granito, de metro y medio de altura, sobre la que va el busto de Óscar Sastre esculpido en mármol blanco por el artista zamorano Óscar Javier Martínez, sobre el que aparece una frase del exsindicalista, extraída de su libro junto a la que se ha diseñado un casco en relieve que simboliza su pasión por las motos. Esta obra se ha financiado íntegramente con dinero procedente de donativos y con la colaboración desinteresada de los amigos de Óscar para levantar el monolito, cuarenta personas que se unieron para impedir que la memoria del exsindicalista quede en el olvido.

Óscar Sastre saluda con su inmensa sonrisa a los zamoranos desde Los Tres Árboles.