Alumnos del colegio Corazón de María, IES Universidad Laboral, IES Poeta Claudio Rodríguez, IES Claudio Moyano y Escuela de Arte participaron ayer en la segunda sesión de los Encuentros Literarios, celebrados en la Biblioteca Pública del Estado. Sobre la tarima del salón de actos estaba la escritora Aroa Moreno Durán, quien analizó con ellos su primera -y premiada- novela, "La hija del comunista", una forma de acercar una realidad tan poco conocida como la situación de los exiliados españoles en la Alemania oriental.

-Ha ejercido como periodista, ha escrito biografías y es poeta. ¿Cómo dio el salto a la novela?

-Tenía ganas de contar algo más largo, me apetecía. Y es curioso, porque no he pasado mucho previamente por la fase de los relatos. Lo único que me estaba costando era encontrar un tema que me apasionara lo suficiente como para iniciar el trabajo que da escribir una novela.

-¿En qué género se siente más cómoda?

-Para mí son todos oficios diferentes, pero en los que se utiliza una misma herramienta, que es la palabra. Además la poesía, en mi caso, parte de otro lugar diferente, no tan racional como la narrativa. Los versos me nacen de un fogonazo e impulso y, aunque yo luego los releo y los corrijo, son algo que escribo casi de una vez. Tal cual me sale, así lo plasmo.

-¿Cómo se prepara para enfrentarse a la novela?

-La novela es algo totalmente diferente, requiere constancia y ponerte a trabajar antes de comenzar a escribir. Detrás hay un trabajo previo muy sólido. Recuerdo que cuando imaginaba si podría escribir o no una novela, pensaba que viniendo de la poesía y conociéndome, iba a optar por algo más críptico y fragmentado, sin un argumento. Y, de pronto, me vi escribiendo "La hija del comunista" sabiendo lo que iba a pasar desde la primera página, con un guion, una cronología y personajes muy bien perfilados.

-Y parece que dio en el clavo, puesto que ganó el Premio Ojo Crítico, ¿cómo recuerda este reconocimiento?

-Fue una felicidad total cuando recibí la llamada de un premio al que no te presentas, sino que el jurado te propone. Recuerdo que estaba en el coche con mi hijo, que lo acababa de recoger en la guardería y me llamaron mientras el niño lloraba. Fue un momento loco, yo agradeciendo y gritando y el niño llorando. Además, para la novela supuso un antes o un después, porque aunque estaba ya funcionado bien con los lectores e iba por la tercera edición, tras el premio se situó otra vez en las mesas de las librerías y los medios volvieron a poner el foco sobre mí. El galardón alargó la vida del libro.

-En su libro se habla de historia reciente, ¿es la novela una buena opción para acercar esta materia a los más jóvenes?

-Creo que la ficción es una manera de captar la atención de los jóvenes, o cualquier lector, sobre cualquier tema. En el caso del argumento de "La hija del comunista", con exiliados españoles en la Alemania del este, no se había escrito nada. También es una forma de contar, aunque no sea la labor de la literatura, ciertas cosas que estaban en la sombra. Creo que hay muchos autores en España que están haciendo ese trabajo sobre la historia real.

-¿Esa misma labor literaria se podría realizar con la política, para inculcar el interés por ella a las nuevas generaciones?

-No creo que los jóvenes no estén interesados en política. De hecho, considero que vivimos un momento en el que estamos más políticos que nunca. Creo que los jóvenes están más metidos en ella que hace diez años, cuando no se hablaba apenas de política. De pronto, está en las sobremesas familiares, entre los amigos y en las redes sociales, con un lenguaje que ellos manejan muy bien. En definitiva, está en su día a día. Me preocupa más el caso de la historia, que no puedan leer esa página anterior a ellos, con el franquismo o la Guerra Civil. Habría que ver quién les está contando a esta generación la historia reciente de España.

-Esta semana se celebró el Día de las Escritoras, instaurado en España desde 2016, ¿qué le parece este tipo de actividades?

-De primeras, estos días de conmemoración no me atraen en absoluto, pero luego empiezas a ver y reflexionar sobre el tema y te das cuenta de que es algo totalmente pertinente. Muchas mujeres que se han dedicado a las letras han estado en la sombra, ocultas y se han silenciado. Antes era porque no tenían un acceso a la educación y los libros y su vida se circunscribía solo al ámbito privado del hogar y los hijos, pero ya hace mucho tiempo que la mujer está hablando de todos los temas, al igual que los hombres. Ha logrado romper con los temas que le fueron adjudicados desde el pensamiento patriarcal.

-¿Es un mundo el literario donde la mujer ya no tiene que luchar por hacerse un hueco?

-Creo que sigue estando muy descompensada la inclusión de la mujer en el canon literario español. Las cifras de sobra conocidas de la Real Academia Española, del Premio Cervantes o del Premio Nacional de Narrativa e incluso del Nobel, siguen siendo tan descompensadas que creo que hace tiempo que se tenía que haber reparado y no se hace. Todavía persiste cierto pensamiento machista que considera que la mujer no está hablando de cosas interesantes en sus libros, aunque me cuesta creer que haya gente que considere que hay literatura femenina u hombres que no se interesan por lo que cuentan ellas, eso es como no interesarse por el mundo.

-¿Qué opina de la nueva revolución feminista que se gestó el pasado 8 de marzo y que cada vez está cogiendo más fuerza?

-Este ha sido el año de las mujeres. No es un punto de aparte, sino un punto y seguido, porque es una lucha antigua ya. Hay muchas mujeres que vienen trabajando por la igualdad y por conseguir derechos y estar en primera línea en todos los ámbitos. Esto ha supuesto un cambio de perspectiva bastante radical, toda esa serie de micromachismos continuos, sumándose a los grandes temas como la equiparación salarial, ya no vamos a consentirlos y creo que es un gran avance para la vida diaria de todas.

-Usted es autora de la biografía de uno de los iconos del feminismo del pasado siglo, ¿cómo llegó a sus manos poder escribir sobre Frida Kahlo?

-Viví en México un par de años y, desde entonces, estoy muy sensibilizada con este país. Si has estado en la casa de Frida Kahlo, es muy difícil no engancharte al personaje. Yo empecé a leer todo sobre ella y es una mujer muy interesante, aunque actualmente muy mercantilizada. La "fridolatría", como la denominan, con tanto material en torno a ella, no sé que le parecería a una mujer que era comunista. Me pusieron el proyecto sobre la mesa y lo hice. Es una biografía muy pequeña en realidad, pero fue bonito conocer más de ella y ver también su parte oscura y su relación con Diego Rivera, que tiene muchos peros desde la actual perspectiva feminista.

-¿Está en su futuro próximo escribir una segunda novela?

-Estoy empezando a escribirla, pero como "La hija del comunista" ha tenido una vida tan larga, me está costando centrarme en ello, aunque ya tengo la parte de investigación previa.

-¿De momento, entonces, deja de lado a la poesía?

-Sí y no, aparece cuando quiere. Además, en los momentos más vitales y felices nunca he escribo y aunque suene manido, con mi hijo y mi novela estoy muy contenta y creo que no estoy inspirada para los poemas. Si escribiera una poesía más ficcionada, probablemente sí podría escribir versos.