El director general de Patrimonio Cultural reconoció la preocupación de la Junta ante los continuos expolios que sufren pequeños pueblos de la comunidad -la mayoría de los casos en provincias como Soria- y apuntó que parte de ese rico patrimonio está muy diseminado en el medio rural con poca población, lo que facilita la labor a los ladrones. "No tendría sentido plantear una vigilancia de 24 horas o blindar los restos para no poder contemplarlos. Pero tenemos a favor las nuevas tecnologías y ahora mismo se podrían implantar chips u otros mecanismos de aviso que, junto con el trabajo inestimable de la Guardia Civil y del Seprona, además de la colaboración ciudadana, que se siente no solo amante, sino responsable del patrimonio, se puede paliar este tipo de delitos", sugirió.

Saiz apuntó que este problema se da en bienes de escaso valor patrimonial o artístico, "pero se trata de la memoria de nuestra configuración como territorio y población".