"Es un atropello, estamos muy cabreados". Juan Manuel Rodríguez Huidobro, miembro de la ejecutiva provincial de Siveza, el Sindicato Veterinario de Zamora, y responsable del área de interinos fue uno de los protagonistas el encierro de 200 profesionales que se llevó a cabo en la jornada del martes en la Consejería de Agricultura de Valladolid y que fue especialmente llamativo porque a las autoridades autonómicas no se les ocurrió otra cosa que apagarles la luz, impedirles meter comida, prendas de abrigo o incluso medicación para los diabéticos y, en definitiva, someterlos a un auténtico "asedio". De hecho los vigilantes de seguridad "pasaban cada cinco minutos para que no nos moviéramos del sitio y llegó a aparecer la Policía Nacional, que se fue cuando comprobó que no había ningún disturbio". También fueron identificados varios dirigentes que se enfrentan a denuncias y multas en aplicación de la ley de Seguridad Ciudadana.

El cabreo de los veterinarios interinos viene motivado porque en el concurso de traslados no se les considera como profesiones sanitarias porque a pesar de que en realidad lo son no realizan tareas asistenciales. Y esta calificación tiene una consecuencia, y es que a la hora de convocar las oposiciones no van a tener las características que dictan las leyes para este tipo de profesiones sanitarias, en las que además del examen de oposición cuentan otros méritos como la experiencia. El colectivo mantiene reuniones sobre todo con Función Pública, que depende del consejero José Antonio de Santiago Juárez, pero en caso de que no se atiendan sus demandas en la asamblea que realizarán el día 22 podrían comenzar las movilizaciones tanto regionales como provinciales, hasta acabar en una huelga general a partir del día 15 de noviembre. Desde luego lo que ya han conseguido es que su protesta haya tenido mucha más repercusión de lo habitual, debido a la ocurrencia de la Consejería de Agricultura de "sitiar" a los que protestaban.