El trabajo para elaborar una candidatura a Paisaje Cultural de la Unesco -una nueva designación con la que Zamora podría convertirse en la primera ciudad de España en lograrla- significa aunar fuerzas no solo de todas las instituciones, sino también de todos los aspectos turísticos que aglutina la ciudad, desde los más explotados y conocidos, como pueda ser el románico o la Semana Santa, hasta aspectos más novedosos como la naturaleza, o inmateriales, como las ferias y romerías que se desarrollan a lo largo de todo el calendario.