"La supervivencia al año de los pacientes que sufren un paro cardiaco fuera del recinto hospitalario varía, pero la media es de un 10%. Actualmente se ha demostrado que realizando una serie de acciones encadenadas que pueden llevar a cabo ciudadanos anónimos se podría aumentar la supervivencia hasta un 20%-30%". Es uno de los datos ofrecidos por la doctora Concepción Tarancón, jefe del servicio de la UCI del Complejo Asistencial de Zamora y responsable del plan nacional de reanimación cardiopulmonar en Zamora, en la jornada del 16 de octubre, en la que se celebra el Día Europeo de la Concienciación del Paro Cardiaco.

Tarancón explicó que el objetivo de este día es "concienciar a la sociedad sobre la importancia de la prevención de la parada cardio respiratoria" y mostrar el agradecimiento a "todos aquellos profesionales que día a día luchan por este proceso", como pueden ser los servicios de emergencias hospitalarias y extrahospitalarias, bomberos o policías, entre otros.

Tarancón es médico intensivista y pertenece a Semicyuc, que es una de las sociedades que forman parte del plan nacional de reanimación cardiopulmonar y que se encarga de formar a profesionales en este tipo de técnicas, de acuerdo con las directrices del plan europeo.

"La principal causa del paro cardiaco de forma repentina e inesperada en una persona aparentemente sana se suele deber a un infarto de miocardio, que provoca una fibrilación ventricular, parándose posteriormente el corazón. Si la persona no es atendida rápidamente puede morir al cabo de pocos minutos".

Eslabones de la cadena

Los eslabones de la cadena de supervivencia en estos casos son la alerta precoz a los servicios de urgencias, (llamar al 1-1-2), el comienzo de las maniobras de resucitación cardiopulmonar básica precoz, seguidas de la desfibrilación precoz (en caso de que se disponga de un aparato) y por último el apoyo cardiovascular avanzado que prestan los servicios de urgencias y emergencias.

Las maniobras solo se realizan en una de cada cinco personas que sufren paro cardiaco. "De ahí la importancia de la educación a la población general. El actuar en los tres o cuatro minutos siguientes a la parada puede aumentar la supervivencia hasta un 50%".

La doctora explicó cómo "sería recomendable que en España alrededor de un 20% de la población estuviera formada en técnicas de resucitación cardiovascular, que equivale a formar a nueve millones de personas". Este año, indicó , con el lema "Los ciudadanos del mundo pueden salvar vidas", se pretende mejorar la respuesta y la educación ante una situación de parada cardiorespiratoria que debería comenzar en las escuelas". Por ello en Zamora se llevará a cabo en la jornada de hoy una sesión teórica y práctica abierta por la mañana para los colegios y por la tarde para todas las personas.