Los bomberos de Zamora se concentrarán todos los días a las puertas del Ayuntamiento durante este mes y amenazan con dejar de hacer guardias localizadas a partir del 1 de enero si la concejala de Personal, Laura Rivera, no inicia de inmediato unas negociaciones reales sobre las peticiones que tienen encima de la mesa, centradas en mejoras retributivas, de la oferta de empleo público y de las intervenciones fuera del término municipal.

Fue Ramón Luengo el encargado de poner voz a las reivindicaciones en una multitudinaria rueda de prensa respaldada por los tres sindicatos, de Bomberos, UGT y CC.OO, representados en el parque de Zamora. Piden los bomberos que se estudie el cambio de categoría de funcionarios del grupo C2 a C1, tal y como dicta la normativa de la Junta. Solicitan también que se extienda al colectivo la aplicación de la nocturnidad que se ha pactado con la Policía Municipal.

Solicitan asimismo la activación de la oferta de empleo, ya que el último bombero que entró en un proceso selectivo fue en 2015, mientras que las plazas de 2016, 2017 y 2018 están sin ejecutar. Actualmente la plantilla se compone de un jefe de servicio, un sargento, diez cabos distribuidos en cinco servicios y 42 bomberos. La laza del jefe está cubierta en comisión de servicios por un sargento, y la de éste último por un cabo. Cuatro plazas de cabo están cubiertas por comisión de servicios y doce de las de bomberos están con interinos. "El 29% de la plantilla está en precario".

Los bomberos se quejan de que los retenes son insuficientes para atender las salidas a los 42 pueblos del entorno de Zamora que están a su cargo y la capital, por lo que solicitan una mejora de plantilla y de la regulación, que permita atender los servicios con seguridad y eficacia tanto para los profesionales como para los ciudadanos. Luengo criticó con dureza la concejala de Personal, Laura Rivera, a quien pidió que se fuese para su casa, porque deja "pudrir los problemas" sin darles respuesta.