Zamora capital está plenamente situada en una de las áreas de riesgo potencial significativo de inundación, según el documento definitivo que se encuentra en estos momentos en exposición pública en el portal web de la Confederación Hidrográfica del Duero. La denominación del área donde se encuadra Zamora capital es el Bajo Duero y comprende un tramo de 29.22 kilómetros de riberas fluviales sobre todo en el río Duero desde la confluencia con el Pisuerga hasta Carrascal, además de otros arroyos que afectan a localidades del entorno de la ciudad.

Concretamente este área se prolonga durante 12,1 kilómetros en el entorno de Zamora capital, desde la desembocadura del Valderaduey hasta Carrascal. En esta zona se pueden contemplar tres escenarios a diez, 50 y 100 años vista. Incluso en el más favorable, se observa cómo existe un riesgo potencial de inundación en la zona de la fábrica de Gaza más próxima al arroyo de Valorio, el barrio de Olivares, la zona de chalés de San Frontis, los aparcamientos de la Ciudad Deportiva o el terreno situado en Entrepuentes, entre Cabañales y Pinilla, además de las tierras de labor aguas arriba de la capital o los paseos ribereños del Duero, que se anegan con casi cualquier crecida. Hay afectaciones potenciales importantes en edificaciones e infraestructuras de relativamente reciente construcción, como una nave al lado del Puente Nuevo o la depuradora de aguas residuales de la carretera de Almaraz.

Según explica la Confederación, "con carácter general, como áreas con riesgo significativo se han seleccionado aquellos donde el uso del suelo es intensivo y coincide con zonas aluviales y torrenciales definidas con inundabilidad alta, por su alto riesgo. La adaptación al cambio climático es un objetivo prioritario, por eso, en la revisión de las áreas de riesgo potencial significativo de inundación se ha tenido en cuenta su influencia en la distribución de las precipitaciones. La magnitud y la frecuencia de las avenidas no depende solamente de factores meteorológicos y climáticos, sino que también se encuentran influenciadas por otros parámetros físicos, biológicos y humanos. El reto, como define la Directiva Europea, es obtener un adecuado conocimiento y evaluación de los riesgos asociados a las inundaciones y lograr una actuación coordinada de todas las administraciones públicas y la sociedad para reducir las consecuencias negativas de estos episodios". La evaluación preliminar del riesgo de inundación admite alegaciones hasta el 15 de diciembre.

El informe de la Confederación documenta las riadas sufridas en Zamora capital, 53 desde 1258 a 2016. Concretamente están documentadas dos en el siglo XIII, otras dos en el siglo siguiente, seis en el XVI, doce en el siglo XVII, nueve en el XVIII, tres en el XIX, veinte en el pasado siglo y una en el XXI, la del año 2016. En nueve de estas riadas se contabilizaron víctimas mortales y en otras muchas daños materiales o en las infraestructuras.