En torno a 2.300 zamoranos desafiaron ayer las gélidas temperaturas de primera hora de la mañana para no faltar a la trigésimo cuarta edición de la popular marcha de Asprosub. La tradicional cita, una de las más veteranas de la provincia, volvió a convertir la N-630 en el sendero a seguir por los miles de caminantes, patinadores y ciclistas que se sumaron a la cita solidaria en favor de las personas con discapacidad intelectual.

En torno a las nueve y media de la mañana, los participantes más madrugadores salieron desde la plaza de La Marina bien ataviados contra el frío para recorrer los 14 kilómetros de ida y vuelta que separan la capital zamorana con Morales del Vino. Precisamente, el centro que la Fundación Personas posee en este municipio de Tierra del Vino se convirtió un año más en el punto de avituallamiento para los asistentes, quienes repusieron fuerzas antes de emprender el camino de regreso a la capital, donde fueron obsequiados con una planta en el parque de León Felipe.

Representantes institucionales como la presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo, o el delegado de la Junta de Castilla y León, Alberto Castro, fueron algunas de las autoridades que también tomaron parte en la caminata que movilizó a personas de varias generaciones, desde bebés en sus carritos hasta mayores de 60, con una edad media de 40 años.

Así, ya fuera a pie, en bici o sobre el patinete, solos o acompañados, los miles de participantes volvieron a demostrar su compromiso con la consolidada cita cuyo doble fin contempla la recaudación de fondos pero sobre todo la visibilización del trabajo desarrollado por la Fundación Personas para mejorar la calidad de vida en favor de las personas con discapacidad intelectual.