Una nueva publicación de la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana viene a sumarse a los anteriores títulos -que ya son 40- para abordar la historia y las leyendas de humildes plantas que pueden encontrarse en cualquier lugar de la provincia de Zamora. Se trata de una obra de los "botanófilos" Augusto Krause y Ana María González-Garzo que se presentó ayer en la Diputación de Zamora. La obra ha sido editada por Editorial Semuret.

El libro, de fácil lectura, es la primera parte de un extenso estudio de más sesenta plantas que se dan en la provincia de Zamora, plantas comunes que se encuentran en cunetas, bosques y montes de la provincia. Como los autores destacan en la introducción del mismo, no se trata de una guía de plantas, sino de una recopilación histórica del uso de las plantas, ordenadas alfabéticamente por géneros, acompañadas de imágenes del herbario que han ido realizando los autores con el tiempo y que en este momento cuenta con 3.000 pliegos.

En cada una de las plantas se cuenta una parte de su historia, propiedades medicinales, si es o no comestible y leyendas transmitidas muchas veces por tradición oral, que atesoraba los usos y costumbres de la gente rural, y que, de este modo tal como explican los autores, tenían a su alcance los utensilios necesarios para su vida diaria y el remedio para aliviar sus males.

"Las plantas están ordenadas por orden alfabético de género. El texto de cada una de ellas va acompañado de un pliego de nuestro herbario manuscrito en el que figuran los diferentes nombres que la planta ha tenido a lo largo de la historia. También se reflejan algunas de sus propiedades medicinales o si es o no comestible", explicaron ayer los autores de la obra.

Cabe destacar el aspecto "comestible" porque, como explican desde la Biblioteca de Cultura Tradicional Zamorana, los autores también tienen encuentros y cursos donde dan a conocer las cualidades culinarias de muchas de las plantas que se encuentran en la provincia de Zamora y su aprovechamiento como aderezos o acompañamientos, asunto que está interesando a cocineros con renombre".

Augusto Krause y Ana María González se han servido de su extensa biblioteca personal, compuesta por más de dos mil volúmenes, para realizar el trabajo de documentación previo a la elaboración del libro. Los volúmenes comenzarán dentro de poco su traslado desde Sanabria hasta el municipio salmantino de Juzbado al no haberse interesado por el mantenimiento de la obra ninguna institución zamorana. "Nosotros queríamos que nuestros libros tuvieran vida y que sirvieran para que los investigadores los pudieran consultar y hemos considerado que la opción de Juzbado es la más beneficiosa", zanjó Ana María González.