Inmaculada Lucas será la encargada de asumir la Concejalía de Bienestar Social en sustitución de María José González Torijano. Diplomada en Trabajo Social y muy cercana a la dirección de Izquierda Unida de Zamora, Lucas trabaja actualmente como auxiliar administrativa por confianza del grupo de IU en la Diputación Provincial, donde tiene dedicación completa y por ella percibe un salario en catorce pagas directamente desde la institución. Según confirman fuentes del partido, esta circunstancia no genera ninguna incompatibilidad legal con su futuro desempeño como concejala del Ayuntamiento de Zamora -donde no habría lugar a la liberación al estar todas ocupadas- por lo que, en principio, el objetivo es mantener ambas funciones una vez tome posesión del cargo en el Pleno ordinario del próximo mes de noviembre.

Inmaculada Lucas es la número 14 de la lista que presentó Izquierda Unida de Zamora a las elecciones municipales del año 2015. Y es que, hasta el momento, la formación ha sufrido dos dimisiones y cuatro personas han renunciado a tomar concejalías. Las dimisiones, ambas en el área de Bienestar Social, han sido la de la propia González Torijano y la de Charo Escudero apenas unos meses después de entrar en el equipo de Gobierno. Respecto a las renuncias, se cuentan las de Javier Novo, María del Carmen Turiel, Jonatan de Anta y Juan Manuel Pozo.

La nueva concejala por Izquierda Unida habrá de hacerse cargo de un área importante dentro del organigrama que el equipo de Gobierno mantiene en el Ayuntamiento de Zamora. La política social ha sido uno de los pilares fundamentales del bipartito y sobre la mesa existen cuestiones de peso como la problemática que enfrenta al Consistorio y a la Junta de Castilla y León sobre el reparto de la financiación en materia de dependencia y ayuda a domicilio. Un conflicto que hizo a su antecesora en el cargo, María José González Torijano, a visitar junto con Francisco Guarido la Gerencia de Servicios Sociales en Valladolid para reclamar mayor implicación de la comunidad autónoma.

Inmaculada Lucas tendrá, hasta las elecciones, seis meses para defender su trabajo.