"Sola y sin el apoyo de muchos de los compañeros". Así asegura haberse sentido María José González Torijano, hasta el momento concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Zamora y que ayer, por sorpresa, ponía su dimisión encima de la mesa de Francisco Guarido. La edil de Izquierda Unida se ha despedido a través de una carta en la que asegura que "el mundo político no es para todos" y alude a "presiones" para realizar su trabajo. Una opinión que el alcalde resume en "cuestiones subjetivas", al asegurar que la ya exconcejala "siempre ha contado con la total confianza del grupo de Izquierda Unida". Con esta dimisión, el bipartito queda en clara minoría plenaria durante los casi dos meses que restan hasta la sesión ordinaria de noviembre, cuando está previsto que entre el relevo.

María José González Torijano ha comunicado su intención de dejar de ser concejala de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Zamora y lo ha hecho por falta de confianza. "Cuando me propusieron para el cargo estaba llena de ilusiones y con ganas de hacer muchas cosas", ha señalado. "Sin embargo, con el tiempo me he ido dando cuenta de que nada es lo que parece y que este mundo político no es para todos; al menos, no para mí", ha añadido. La ya exconcejala, cuya dimisión deberá ser ratificada en el Pleno ordinario del mes de octubre, ha denunciado la falta de apoyo de sus colegas de Izquierda Unida. "He perdido poco a poco la confianza que me llevó a aceptar el cargo. Sobre todo, cuando ante un grave problema familiar de gran trascendencia, me he encontrado sola y sin el apoyo de muchos de los compañeros", ha desvelado en una carta pública.

La dimisión de María José González Torijano ha sido recibida con cierto estupor en el seno del grupo de Izquierda Unida, a quien la exconcejala señala como una de las razones para abandonar. Así, al menos, lo manifestaba ayer Francisco Guarido. "Para nosotros ha sido una sorpresa que la ya exconcejala de Bienestar Social haya tomado esta decisión. En su carta alude a problemas personales, pero también a una falta de apoyo de los compañeros, entendemos que nosotros. Esto último son cuestiones subjetivas", afirmaba el alcalde. "Nosotros, tanto los concejales como yo mismo, hemos tenido total confianza siempre en el trabajo de la exconcejala y por eso nos sorprende la decisión tomada", añadía Guarido.

Lo cierto es que los plazos de la máquina burocrática dejan al bipartido IU-PSOE en una situación comprometida durante los próximos dos meses, quizá pocos días menos. Lo establecido por la normativa es que la dimisión de María José González Torijano debe ser ratificada en la próxima sesión plenaria que se celebrará, previsiblemente de manera ordinaria, a finales del mes de octubre. Y a partir de ahí habría que esperar a una próxima sesión, la ordinaria de noviembre, para dar entrada a la nueva concejala. Un relevo que cogerá, por cierto, Inmaculada Lucas, que figura como número 14 de la lista que Izquierda Unida presentó a las elecciones municipales del año 2015.

Esta clara minoría plenaria no preocupa al alcalde, que entiende que el juego político tiene estas cosas. "Nos tomamos la situación con naturalidad. Nosotros ya estábamos en una situación de minoría en el Pleno y ahora lo estaremos un poco más durante este mes y medio", ha indicado. "No creo que suponga ningún problema, porque lo previsto para los próximos Plenos son asuntos más de consenso, no se va a producir ninguna votación conflictiva", ha manifestado.