La primera fase de la denominada operación Can, puesta en marcha por la Guardia Civil, ha permitido que los agentes de la provincia hayan identificado durante el pasado mes de agosto -fecha en la que se puso en marcha esta iniciativa- un total de 177 perros, de los cuales 27 carecían del microchip reglamentario. Además, se han efectuado 90 denuncias administrativas por diversos tipos de infracciones relacionadas con los animales.

La mencionada operación tiene por objeto el control y comprobación del uso del correspondiente microchip en los cánidos, así como especialmente el cumplimiento de las normas sobre el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos en Castilla y León.

En este operativo han tomado parte especialmente el Seprona, con el apoyo de las unidades de Seguridad Ciudadana, Tráfico, Montaña y patrullas fiscales.

El número de peros identificados en Castilla y León ha sido de 1.973, de los cuales 112 carecían del correspondiente microchip. Además, se han formulado 601 denuncias administrativas y se ha procedido igualmente a la investigación de dos personas como presuntas responsables de un delito de maltrato animal. Se han producido actuaciones en más de mil localidades de la región, resultando que en más de 200 se ha procedido a efectuar alguna denuncia administrativa.

La tipología más común de las denuncias efectuadas han sido las de carecer de identificación mediante microchip, no poseer cartilla de vacunaciones y documentación, observar perros sueltos y sin control de sus dueños, así como animales sin bozal y, por último, la tenencia de animales potencialmente peligrosos careciendo de licencia.