Los celos ya le jugaron una mala pasada dos años atrás, según la acusación. El imputado, vecino de Villadepera, amenazó ya hace dos años al marido de la mujer que había sido su novia hace varias décadas. En aquella ocasión, la juez le condenó a ocho meses de alejamiento, una sentencia del 10 de agosto de 2016 que el abogado de la acusación mencionó en el juicio celebrado ayer para pedir a la magistrada que se contemplara como una agravante de reincidencia del delito de amenazas que se imputa por los incidentes del 20 de agosto de 2017, un año después del fallo judicial. Describió al acusado como un hombre celoso, que, al entrar en el bar en plenas fiestas del pueblo, "se dirige directamente a mi cliente porque cree que le ha arrebatado a su pareja, algo que considera que le pertenecía, cosifica a la mujer que fue su novia" hace años. El abogado subrayó que las amenazas han sido reiteradas, que "suponen en temor" para su cliente, lo que implica daños morales. La Fiscalía incidió, frente a la defensa, que el procesado no actuó bajo los efectos de ningún tipo de droga ni descontrolado por su adicción, ni por ninguna patología psíquica e hizo referencia al informe forense que describe a una persona que actúa "con desprecio a la vida de los demás".

La defensa, sin embargo, que arguyó que su cliente "se encontraba nervioso y excitado" por el consumo de alcohol, aludió al historial psiquiátrico del acusado, "con un trastorno disociado de la personalidad, con depresión y problemas de adaptación". Reconoció los delitos de tenencia de armas, amenaza grave y dos de amenazas leves, por los que solicitó 3 años y 6 meses de cárcel y 6 meses de alejamiento.