Tras vivir una de las mejores experiencias de su vida, Carmen Mansilla, representante de Zamora en el concurso Miss World Spain, regresa a casa. Y no lo hace de vacío. Pese a no haber alcanzado ningún título, la joven sanabresa valora de forma muy positiva su participación en el certamen nacional celebrado durante los últimos días en la localidad gaditana de Rota. "La verdad es que me ha cambiado la idea de un concurso de belleza", reconoce. "Todas las chicas somos muy parecidas, son superagradables y no van a ganar, no se ve tanta competencia como dicen. Entre nosotras nos hemos dejado ropa y nos hemos dado consejos sobre cómo desfilar", destaca.

Ha nadado 250 metros en el mar (una de las pruebas físicas a superar). Ha exhibido el bordado carbajalino por los pasillos del Castillo de la Luna. Ha dado a conocer su proyecto social de terapia con animales para enfermos de alzhéimer. Y ha impresionado al jurado durante su entrevista personal. Tanto como para que una de sus integrantes ya la haya fichado.

Y es que ahora es realmente consciente de la repercusión de esta oportunidad no solo a nivel personal sino también a nivel profesional: varias tiendas de moda de Zamora han contactado con ella para figurar en los catálogos de la nueva temporada y también ha recibido una oferta de trabajo por parte de una agencia de modelos de Valladolid. Todo en apenas un par de días tras la celebración del certamen. "La experiencia te hace crecer en este mundillo", reflexiona. Además, como ella mismo relata con satisfacción, no ha ganado la corona pero ha dado a conocer Sanabria, uno de sus principales objetivos marcados desde el inicio de esta aventura. "La gente está superorgullosa de mí porque he dado más a conocer la tierra, una comarca que fundamentalmente vive del turismo", recuerda. "Mucha gente con la que no hablaba desde hace diez años ha contactado conmigo a través de las redes sociales para felicitarme".

Por todo ello, Carmen Mansilla, de 22 años, recomienda vivir una experiencia única de la que no tiene ni una queja y en la que en todo momento ha estado acompañada por sus padres y su hermano. "Por ponerle un pero, creo que vengo con 10 kilos de más por el catering del hotel", bromea.