Más de ocho mil consumidores que ahora se benefician del bono social eléctrico lo perderán en las próximas semanas si no renuevan la documentación que se debe entregar a las compañías eléctricas. Es la cifra resultante después de recabar datos entre algunas de las sociedades más representativas del sector en Zamora. A día hoy hay, activos, más de 15.000 bonos sociales. De ellos, unos seis mil seguirán disfrutándolo a partir de ocho de octubre, pero el resto lo perderán si no envían los documentos necesarios.

El próximo 8 de octubre finaliza el periodo de transición establecido por el anterior Gobierno para que los ciudadanos pasen del bono social antiguo al actual. Con todo, esto no quiere decir que los hogares que no lo hayan solicitado ya no puedan hacerlo, explican fuentes del sector en declaraciones a este diario. Es decir, a partir de ese día todas las familias que no hayan solicitado el traspaso perderán el antiguo bono y verán incrementada su factura de la luz en el mes de octubre, pero podrán solicitar el nuevo si se acogen a las nuevas circunstancias "en cualquier momento y comenzar a disfrutarlo después de realizar las gestiones pertinentes", aseguran las mismas fuentes.

El bono social eléctrico fue creado en el año 2009 y consiste en un descuento sobre la factura de la electricidad del que pueden beneficiarse los consumidores que tengan la consideración de "vulnerables". Hasta que el Gobierno de Rajoy cambió la norma recibían esta consideración, además de las personas con problemas económicos o familias numerosas, todos aquellos que tuvieran contratada una potencia inferior a 3 kW. En definitiva, aseguran desde el sector, la definición de consumidor vulnerable estaba ligada, más que a la renta del consumidor, a la potencia contratada. El 72% de los beneficiarios del bono social antiguo lo eran por baja potencia contratada más que por escasez de renta.

"Aunque tener contratada una potencia reducida puede ser, en muchos casos, un indicador del bajo nivel de renta, lo cierto es que una parte de los beneficiarios tienen un nivel de renta que no justificaría la aprobación del bono social, insisten desde el sector eléctrico.

La nueva normativa introduce otra definición de consumidor vulnerable, que viene a ser aquel que tiene una potencia contratada igual o inferior a 10 kW „una importante diferencia desde los tres de la antigua normativa„ y que no supere un determinado nivel de renta, sea pensionista o disponga el título de familia numerosa. En ciertos casos "delicados", catalogados como "circunstancias especiales", los umbrales mínimos de renta se elevan para facilitar el acceso al bono social (se trata de discapacitados, víctimas del terrorismo o víctimas de violencia de género). "El nuevo concepto de consumidor vulnerable pretende dar cobertura a los consumidores que estén realmente en una situación de necesidad, y no llegar a todos los consumidores con independencia de su posición económica", aseguran fuentes del sector eléctrico. Con todo, la realidad es que muchos consumidores que antes eran beneficiarios del bono eléctrico dejarán de serlo a partir del próximo ocho de octubre. Más allá de otras consideraciones sobre el nivel de renta, cientos de consumidores de electricidad empezarán a pagar más dentro de unas tres semanas, situación que se suma a la escalada del precio de la luz en las últimas semanas „de hecho, la electricidad se encuentra ahora en valores máximos anuales y es el principal factor de inflación de este año en la provincia de Zamora„. La normativa establece tres categorías: el consumidor vulnerable (con un descuento del 25%), el consumidor vulnerable severo (40%) y el consumidor en riesgo de exclusión (exento).