Quince mujeres más abortaron el pasado año en Zamora, con lo que la cifra de interrupciones voluntarias del embarazo se situó en 136, un 12,4% más que en 2016. Zamora fue la tercera provincia donde más se incrementaron los abortos, aunque es cierto que la cifra de interrupciones del embarazo por cada mil mujeres es más baja que en el resto de Castilla y León.

La Consejería de Sanidad acaba de publicar el informe sobre los abortos legales en la región y señala que la cifra de intervenciones financiadas por la sanidad pública es mayor de la que pagan las propias usuarias. No en todas las provincias, ya que en León, Palencia y Valladolid las mujeres que prefieren acudir a clínicas privadas por su cuenta supera a las que utilizar la red que pone a su disposición Sacyl. En el caso opuesto destaca Salamanca donde el número de interrupciones voluntarias del embarazo financiadas casi cuadruplica el número de las no financiadas, seguidas de Ávila, Burgos y Zamora donde los abortos sufragados por la sanidad pública suman el doble de los que no lo son.

En general la mayoría de las mujeres optan por abortar en un centro de la comunidad. El rango de edades es muy variado. Llama sobre todo la atención la precocidad de una de las mujeres que abortaron, una menor de 15 años, aunque el grupo más numeroso está en el de 20 a 24 años (31 abortos), el de 35 a 39 años (30 casos) y el de 25 a 29 (29). Por encima de los 40 años las interrupciones voluntarias el embarazo son más raras, sólo hubo siete (una mayor de 45 años) y por debajo de los 20 años también (hubo trece entre los 15 y los 19 años).

El caso más habitual de las mujeres que interrumpen su embarazo es el de las féminas que viven en pareja, tengan ya hijos (52) o no 24) y a continuación está el grupo de las que viven con los padres (30). En 19 casos las mujeres que abortaron vivían solas, siete de ellas con más hijos a su cargo. Dos de cada tres no tenía ingresos propios.