Los opositores que aprobaron el examen para las plazas de servicios convocadas por la Junta de Castilla y León y que posteriormente han visto cómo la Consejería de Presidencia decidía anular la prueba para volverla a convocar en octubre exigieron ayer en Valladolid que se les respete la plaza "legalmente ganada". Los opositores aprobados están empezando a contactar entre ellos y de hecho han creado ya un grupo que intentó reunirse con la directora general de la Función Pública, aunque no consiguieron que les diera una cita. Sí protestaron ante la Administración Autonómica y registraron un escrito en el que reclaman sus plazas y rechazan la anulación del examen.

Los perjudicados por la suspensión de la Junta argumentan como principal baza que todas las preguntas que se incluyeron en el examen estaban comprendidas en el temario, como así lo acredita un informe de la propia Administración Autonómica. "No es de recibo que se repita un examen porque sea difícil", reiteran, mientras rechazan las afirmaciones del consejero José Antonio De Santiago.