De las seis víctimas mortales que las carreteras de la provincia de Zamora se han cobrado durante este verano, dos de ellas fueron atropelladas. El primero de los siniestros tuvo lugar el 2 de agosto en la ZA-714 a la altura de Manganeses de la Lampreana, cuando un varón de 78 años fallecía tras ser atropellado por un conductor que posteriormente se dio a la fuga. El peatón quedó malherido en el lugar del siniestro, una recta con visibilidad, y falleció de camino al hospital; mientras que el conductor, del mismo pueblo que la víctima, fue detenido horas después por la Guardia Civil en la capital.

El segundo de los atropellos mortales ocurrió el pasado día 30 de agosto en la carretera ZA-P-1510 entre las localidades de Brime de Urz y Quintanilla de Urz. En este siniestro, las primeras investigaciones apuntaban a que el finado había abandonado su vehículo por razones que se desconocen y en ese momento fue arrollado por una furgoneta. El suceso ocurría a las 23.30 horas de la noche.