Más de 18.000 vecinos de ocho barrios diferentes de la capital estarían afectados por la nueva planimetría de inundabilidad del río Duero según los parámetros que maneja la Confederación Hidrográfica. San Isidro, Olivares, La Horta, La Candelaria, Pinilla, Cabañales, Sepulcro y San Frontis se encuentran en la línea de 500 años establecida por el organismo de la cuenca y que, de momento, ya ha dado al traste con la ampliación de la fábrica de Gaza. El problema, sin embargo, se extiende hasta las viviendas de todas estas zonas de la capital y podría causar más de un quebradero de cabeza en un futuro. Por ello, el Partido Popular ha planteado una batería de medidas que arrancarían con la reunión de todos los barrios afectados para que los vecinos conozcan de primera mano cuál es la situación actual de sus propiedades.

El mapa de inundabilidad con el que trabaja desde el año 2016 la Confederación Hidrográfica del Duero pone en un brete a los barrios ribereños de la capital. Según esta planimetría, por ejemplo, Olivares quedaría completamente anegado y de San Isidro sólo librarían las casas del alto, algo que afectaría a unos 1.500 vecinos. La misma situación se repite en La Horta, que suma 3.500 ciudadanos y también en La Candelaria. En esta zona, no obstante, es difícil calcular cuántos de los 7.600 vecinos tendrían problemas.

En la margen izquierda, el agua llegaría a San Frontis (1.100 vecinos), una gran parte de Pinilla (2.700) y la totalidad de Cabañales y el Sepulcro (1.500). Una aproximación a 18.000 vecinos afectados por una nueva normativa que el Ayuntamiento de Zamora ve "exagerada" en cuanto a cotas y "desfasada" en lo referente a los cálculos de inundabilidad por una hipotética crecida del Duero que se producirá cada 500 años.

Dada la situación y el volumen de vecinos afectados, el Partido Popular ha decidido proponer a la voluntad del Pleno la convocatoria de una reunión de urgencia con las asociaciones de los ocho barrios afectados para explicarles todo lo que tienen que saber sobre la nueva regulación y de qué manera les puede afectar para futuras construcciones. La portavoz de los populares en el Ayuntamiento, Clara San Damián, ha pedido también a Francisco Guarido que exija a la Confederación o al Ministerio una revisión de la planimetría. "Si dice que hay errores, debe pedir a quien corresponda que los solucione", ha señalado.

El nuevo reglamento, además, entraría en conflicto con el Plan General de Ordenación Urbana según ha manifestado San Damián. "Por ello habría que llevar a cabo una revisión del PGOU de 2011 para que sus directrices no entren en contradicción con la nueva normativa y evitar que se paralice el servicio de Urbanismo por tener que atender a dos reglamentos que dicen cosas diferentes, como ahora está ocurriendo", ha defendido.