La fuente de la parte alta de San Martín ha amanecido llena de espuma. Todo parece indicar que algún individuo se ha dedicado a arrojar algún agente espumante en el agua, por lo que los chorros arrojan espuma, que se va quedando en la superficie del agua.

Lavavajillas o champú suelen ser las sustancias utilizadas para perpetrar estos actos vandálicos que, pese a la apariencia inofensiva, pueden provocar daños de importancia, además de obligar la limpiar la fuente para eliminar el agente espumante.