A pesar de que el fiscal de Violencia de Género había pedido perseguir de oficio un episodio de maltrato, la juez de guardia decidió archivarlo tras tomar declaración a la mujer y presunta víctima que redujo el suceso a una discusión fuerte, en la que ambas partes habrían elevado la voz, y terminado en una pelea entre novios. Los hechos se desarrollaron en la intimidad, cuando la pareja regresó de madrugada después de haber salido juntos e ingerido alcohol y se desató una discusión en el domicilio conyugal, sin que haya trascendido la causa ni los términos en los que se desarrolló. Lo cierto es que la Policía Nacional intervino, tras producirse una denuncia, y el hombre fue detenido y trasladado a la Comisaría de Zamora, donde pasó la noche en los calabozos.

El supuesto caso de violencia de género no llegó a verse ni siquiera en un juicio rápido, puesto que la presunta víctima desmintió que el hombre la hubiera intentado agredir siquiera o maltratado psicológicamente, e insistió en que en la pelea ambos levantaron la voz, sin que se produjera ninguna situación de las previstas en la Ley específica.